A Jorge Jesús le pusieron “El maestro de la táctica” cuando dirigía al Benfica, donde estuvo entre 2009 y 2015. El apodo es obra de un periodista portugués y responde a la enorme capacidad del actual entrenador del Flamengo a la hora de planificar los partidos. El sábado, en el estadio Monumental de Lima, un futbolista de River se acercará a saludar a Jesús con un abrazo que tendrá mucho de afecto y también un dejo de agradecimiento. Se trata de Enzo Pérez, quien tiene una alta valoración de Jesús de los tiempos en que lo dirigió en el Benfica, entre 2011 y 2014. Jesús es ni más ni menos que quien reinventó a Enzo Pérez y lo puso de mediocampista central, o de “cinco” a secas.
“En el Benfica comencé jugando de volante por la derecha y Jorge Jesús me propuso jugar como doble cinco. Yo no quería saber nada, prefería no cambiar de posición. No me veía ahí, pero él me dijo que me quedara tranquilo, que íbamos a ensayar mucho y que me iba a mostrar videos. También nos quedamos trabajando mucho después de hora. Jorge Jesús tenía razón: terminé siendo elegido el mejor futbolista del año. Es un monstruo tácticamente”, lo ponderó Enzo Pérez en una nota con el canal TNT Sports.
Jesús llegó a mediados de 2019 a Flamengo y lo transformó en uno de los equipos más temibles de Sudamérica: el rival de River en la final de la Libertadores ostenta un invicto de 25 partidos y cuenta con la delantera más letal del mundo: entre Gabriel Barbosa, más conocido como Gabigol, y Bruno Henrique llevan anotados 69 goles en el año, ocho más que las duplas que conforman Lionel Messi y Luis Suárez en el Barcelona y Sergio Agüero y Raheem Sterling en el Manchester City.
Cuando debutó en Primera División con la camiseta de Godoy Cruz, Enzo Pérez se desempeñaba como volante por la derecha: un mediocampista de buen trato de pelota, recorrido por la banda y capacidad para pisar seguido el área rival. El entrenador del conjunto mendocino era Juan Manuel Llop. “En Godoy Cruz tenía que agarrar la pelota en la mitad de cancha, tirar una pared, gambetear y mandar el centro”, suele recordar Enzo Pérez.
Al llegar a Estudiantes de La Plata, Pérez siguió jugando por el andarivel derecho del mediocampo con Alejandro Sabella, a quien le pidió concretar un deseo personal: desempeñarse como mediapunta. En 2010, Sabella le concedió esa chance y Pérez jugó en gran nivel, con el valor agregado de que ganaron el torneo Apertura de ese año, lo que prolongó la enorme alegría que vivieron el año anterior con la obtención de la cuarta Copa Libertadores para la historia del club. “Aquel fue un semestre fantástico para mi”, dijo por radio La Red en 2017 durante una gira de la selección argentina por Rusia en la previa del Mundial que tuvo lugar el año pasado en ese país.
Ya en Benfica, Jesús le hizo esa propuesta que lo volvió un futbolista muy versátil, capaz de desempeñarse en todas las posiciones del mediocampo a excepción de la de carrilero por la izquierda.
En el Valencia también jugó muchos partidos de mediocentro, como le llaman en España al volante tapón. Y hoy se lo nota muy a gusto en esa misma posición, de la que se terminó de adueñar este año porque Leonardo Ponzio bajó su nivel producto de complicaciones físicas por una lesión en la inserción del aductor derecho y de los dos viajes que debió realizar a España para declarar en un juicio por el supuesto arreglo de un partido de cuando jugaba en el Zaragoza.
“Le agarré la mano al puesto. La de número ‘cinco’ es una posición difícil, es clave el conocimiento con el otro, con Leo (Ponzio) me he sentido muy bien, pero al jugar con él, me adelantaba un poco y chocaba con Nacho (Fernández), estábamos muy cerca y con movimientos similares. Lo bueno de jugar de ‘cinco’ solo es que tenés toda la cancha de frente”, remarca a caballo de la madurez futbolística que le dan sus 33 años (el 22 de febrero cumplirá los 34).
Enzo Pérez encuentra puntos en común entre su actual entrenador y el que supo tener en el Benfica. “Jorge Jesús tiene una forma de trabajar muy parecida a la de Gallardo”, sostiene y agrega: “A Jorge Jesús lo iré a saludar por respeto. No me gusta comparar, pero él también es muy exigente en el día a día. Va a ser una gran final, son dos equipos que siempre intentan mirar el arco rival".
¿Cómo imagina Pérez que será el choque decisivo del sábado en el Monumental de Lima? “La final se va a definir por detalles. No te podés equivocar en esta final, es sólo un partido. Un error lo podías arreglar en el segundo partido. En esta, no. Intentaremos imponer nuestro juego”, remarca el mendocino, quien el sábado seguramente será infiltrado por el cuerpo médico de River para que no sienta dolores en el hombro izquierdo luego del esguince que sufrió ante Estudiantes de Buenos Aires, por la Copa Argentina.
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