Cristian Fabbiani construyó una carrera en la que fue noticia tanto por su talento, como por noticias extradeportivas. El delantero centro, de 36 años, anunció sorpresivamente su retiro del fútbol mientras transita su cuarta temporada en Deportivo Merlo, equipo que milita en la Primera C del fútbol argentino: lleva tres goles en 14 fechas del certamen y el Charro se ubica en la undécima posición de la tabla, a 11 puntos del líder Cañuelas.
El Ogro le puso fecha de vencimiento a su trayectoria en diálogo con el programa Pasión en Ascenso, por Radio Bunker 94.9: “Me recibo como técnico en diciembre y uno tiene que estar vinculado al fútbol para no salir del ruedo. Ya tuve algunos contactos con clubes a través de mi representante, este va a ser mi último semestre en Merlo y me retiro”, advirtió el punta surgido en Lanús, con pasos por Newell’s, River, All Boys, Independiente Rivadavia y Estudiantes de San Luis.
“Decidí esto, en junio cuelgo los botines. La decisión tiene que ver con las lesiones; no quiero terminar como los jugadores que se tienen que operar a cada rato, la etapa como jugador la cumplí, voy a hacer lo posible para darle una alegría a Merlo en mis últimos partidos, porque hace cuatro años que estoy y no pude darle una alegría”, concluyó su confesión.
En efecto, en 2015 Fabbiani libró una batalla contra el cáncer: le detectaron un tumor en el gemelo derecho. Debió afrontar una operación en la zona, sin embargo, pudo volver a jugar: llevó su potencia a la Liga de Portoviejo (Ecuador) a Deportivo Merlo y a Universitario de Panamá. Pero debió acostumbrarse a jugar con dolor en la región intervenida. Y el paso de los años hace que las molestias sean cada vez más intensas, sobre todo después de los partidos.
“Salí adelante por mi manera de ser. Le dije al médico que el poder de uno estaba en la mente. Lo más difícil del cáncer no fue la noticia, fue ocultárselo a mi mamá. No quería que se enterara. A los 20 días de que me lo descubrieron me operaron, a las 6 de la mañana. Yo le dije que era a las 11. Cuando llegó al hospital ya estaba operado y normal en la cama”, contó sobre la enfermedad, en una entrevista con Infobae, publicada el 23 de febrero.
Deportivo Merlo se transformó en su hogar. Los hinchas lo idolatran, está cómodo y todavía sigue dejando perlas de su talento, como en agosto, cuando le anotó un enorme gol a Cañuelas desde mitad de cancha. El año pasado estuvo en Panamá, donde lo volvió a perseguir el estigma del sobrepeso y jugó apenas tres partidos. “Había firmado para jugar la Copa. El objetivo era ese, pero perdimos en cuartos de final. Después ya no daba para más, el técnico jugaba sin 9 y tuvo que ver la familia también. A ver, cobraba en dólares, si quería me quedaba, pero extrañé mucho a mis hijos. Sigo hablando con compañeros de allá, creo que a algunos les cambié la cabeza. El fútbol panameño no es muy profesional. Igual también sé que me llamaron por publicidad, pero la pasé muy bien, fue una linda experiencia”, detalló.
De la aparición fulgurante, al interés europeo; de su relación con la farándula (tiene una hija con Amalia Granata y fue pareja de Victoria Vanucci) al salto a River. El Ogro cambia los botines por el banco de suplentes.
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