Fue uno de los momentos más impactantes del espectáculo que vivió Estudiantes en su regreso a 1 y 57. La fiesta del Pincha tuvo de todo. Show musical, juego de luces, fuegos artificiales… una ceremonia histórica marcada bajo el sentido de pertenencia.
Una de las escenas que quedará grabada en la retina de los fanáticos platenses es la que protagonizó el León de fuego que merodeó el nuevo estadio. La tecnología permitió observar al mítico felino que representa la esencia del club. Sin embargo, se trató de una iniciativa para la transmisión televisiva, dado que los 30.000 fanáticos que poblaron las instalaciones observaron al cuadrúpedo desde las pantallas gigantes que transmitieron el evento.
El rugido de gol que acompañó al tradicional grito de la hinchada concluyó antes de que la pelota comience a rodar. Con el recuerdo de Carlos Salvador Bilardo, quien quedará inmortalizado con una estatua suya, y el homenaje a los campeones del mundo de 1968 el fútbol fue el espectáculo ideal para que Estudiantes recupere su identidad.
Glorias del presente y del pasado como Juan Ramón Verón, el Bocha Flores, Marcelo Trobbiani, Mariano Andújar, el Chavo Desábato, el Chapu Braña, Chiquito Bossio, el Tano Piersimone, José Luis Calderón, Rolo Schiavi, el Tecla Farías, Miguel Ángel Russo y Alejandro Sabella, entre otros, animaron un entretenido y divertido empate que terminó con un tinte burlón hacia Gimnasia: 7 a 7.
“Mi corazón está feliz. No es un punto de llegada, es un punto de partida para crear sueños nuevos”, dijo Juan Sebastián Verón ante su gente. Y aclaró: “Esto se compara con algo que nació y fue creciendo con amor, tolerancia y sacrificio”.
El Pincha comenzó a escribir un nuevo capítulo de su historia. La escuela de Zubeldía reabrió sus puertas.
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