La tarde del pasado 30 de abril el periodista Sebastián Acosta finalizó su programa “Racing XXII” y se retiró de las instalaciones de la Radio Cítrica, ubicadas en la calle Marconi al 600 de la localidad bonaerense de Avellaneda. Iba a subir a su moto cuando de pronto fue abordado sin advertencia alguna por tres hombres, integrantes de la barra brava de Racing, que le propinaron una brutal golpiza.
Acosta, de 44 años, sufrió varias lesiones: terminó con cuádruple fractura de mandíbula y rotura del tabique. Por ello debió ser internado en el Sanatorio de la Trinidad.
Infobae contó el trasfondo del ataque. Desde el primer momento, los investigadores vincularon al hecho a una interna entre las partes. Acosta fue miembro de una facción disidente de la barra de Racing (los Racing Stones) y fue atacado por tres miembros de la Guardia Imperial, conocida como la agrupación oficial.
Este miércoles, uno de los presuntos agresores -un hombre de 32 años- fue detenido por la Policía de la provincia de Buenos Aires en Avellaneda cuando se encontraba junto a otro hombre, que estaba armado.
La aprehensión se produjo en el cruce de las calles Mitre y Varela. Los dos circulaban a bordo de un rodado marca Peugeot 208 de color gris cuando efectivos de la comisaría 1era los interceptaron y redujeron. Al identificarlos, se percataron de que uno de ellos era integrante de la Guardia Imperial y su nombre estaba vinculado con el ataque a Acosta.
Como parte del procedimiento, los uniformados les incautaron a los detenidos una pistola Bersa Thunder calibre 9 mm cargada y con pedido de secuestro activo por el delito de hurto, con fecha mayo de 1990 y solicitado por Comisaría 4ta. de Merlo; más de 12 mil pesos en efectivo y una manopla de color negro que se encontraban en el interior del vehículo.
Ambos detenidos quedaron a disposición de la UFI N°3 Descentralizada de Avellaneda, a cargo del fiscal Elvio Laborde.
Acosta, quien se recuperó de las lesiones y volvió a su rutina habitual, ya había sido víctima de otro episodio de violencia: en el 2000 fue baleado en la pelvis cuando llegaba a su casa. El hecho fue adjudicado a sus publicaciones en una revista partidaria. En aquel entonces había declarado que “esperaba” ser víctima de un episodio de violencia “ya que había recibido amenazas” y había considerado que “a veces uno queda muy solo por defender a Racing”.
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