“Está muy fastidioso por cómo se dio el partido, está caliente”, fueron las palabras de un colaborador de Maradona a Infobae en zona mixta, mientras los jugadores de Gimnasia pasaban sin dar declaraciones a la prensa y desde el vestuario visitante retumbaban los cánticos del plantel del Estudiantes, aún extasiados por la victoria.
La tensión del clásico duró hasta después del silbato final del árbitro Nestor Pitana, con un cruce entre Horacio Tijanovich y Mariano Andujar cerca de la manga de salida y un careo entre el propio Diego y Gastón Fernández, que rápidamente se viralizó.
Claro que todo tiene una explicación, toda esa rabia del Diez para con el ’10′ del Pincha fue una acumulación de situaciones que terminaron por desbordarlo al DT del Tripero y generó esa escena delante de los micrófonos.
Se sentía una energía distinta en las inmediaciones del Estadio Juan Carmelo Zerillo antes del encuentro. El Lobo venía de golear por 4-0 a Newell’s en Rosario y la gente tenía la ilusión que el envión anímico por la victoria sumado a la presencia de Diego en el banco podrían cambiar la racha que se venía repitiendo en los últimos once cruces.
Bajo un increíble recibimiento entre bombas de estruendo, humo azul y blanco, gargantas gritando a más no poder y hasta un mosaico de la bandera argentina en una de las plateas, Maradona se homogeneizó con el público -algo que se da naturalmente en él- y casi poseído por la famosa canción “el que no salta es un inglés”, dejó sus problemas de rodilla a un lado y comenzó a brincar sin parar en el banco de suplentes, poniéndole más picante aún al cotejo y dando un claro mensaje para Juan Sebastián Verón.
Tranquilo en los primeros minutos del juego, sentado junto a sus ayudantes y dejándole el trabajo de pararse para dar indicaciones a Sebastián Méndez, Pelusa parecía no tener ningún tipo de complicación. Sin embargo, con el correr de los minutos, la falta de eficacia de su equipo para definir, algunos fallos discutibles del colegiado y la presión de los hinchas comenzaron a apoderarse de él y de su estado de ánimo.
Uno de los más insultados por la gente de acuerdo a cómo se venía desarrollando el partido y por su carácter de referente en el elenco vecino era la Gata. El creativo jugó un partido aparte con sus marcadores y con el público que ante cualquier maniobra le dedicaba algunos silbidos y ofensas, como por ejemplo cuando a mediados del primer tiempo el jugador demoró en conceder la distancia reglamentaria en un tiro libre para el local.
“A Diego no le gustó la actitud de la Gata durante el partido. El enojo fue por algunas jugadas en particular en las que la Gata no actuó del todo bien, por eso creo que lo fue a buscar”, fue la confesión de un allegado al cuerpo técnico de Maradona que sirve para atar cabos y saber el por qué de la furia del Diez.
La jugada que marcó el punto de quiebre en las gradas y también con el propio Diego fue a los 40 minutos de la primera parte. Mientras la pelota se hallaba en el campo de Estudiantes, Fernández se acercó al capitán Lucas Licht. En las imágenes otorgadas por la televisación se puede apreciar cómo el ex River y Racing acusa al lateral de ser hincha del Pincha, mientras hace el ademán de la camiseta del León con sus manos, lo que derivó en algunos empujones y una amonestación para el hombre dirigido por Gabriel Milito.
Aquella acción colmó de bronca a los fanáticos, que no solo exigieron la expulsión del futbolista rival sino que al ver la tarjeta amarilla arremetieron contra Pitana con insultos. Mimetizado con el pueblo tripero, Diego esperó hasta el entretiempo y fue a buscar directamente a la Gata. “¿Qué te hacés el guapo? Saltas unos metros así y ahora te hacés el guapo”, le reclamó Maradona al futbolista, en lo que derivó en un sinfín de intercambios verbales hasta que se fueron a los vestuarios.
Fue así que ambos protagonistas iniciaron el complemento con la sangre a punto de hervir. Mientras Diego se mostró verborrágico y muy activo desde el banco de relevos, Fernández entró más en contacto con la pelota y fue quién creó la jugada para que Mateo Retegui marque el único gol del partido.
Una vez finalizado el partido, al calma nunca llegó. Un intento fallido de la Gata por pedirle disculpas a Maradona volvió a encender el fuego entre ambos y Diego desquitó toda su bronca con el delantero como si él fuese la voz de los hinchas. “Cuando vos estabas en los huevos de tu papá, yo estaba en las cámara boludo. Entonces no me vengas a forrear”, le gritó el Diez al atacante de 36 años, mientras los volvían a separar.
Los saltos y festejos del plantel de Estudiantes en el medio del campo quedaron opacados por los gritos que bajaron desde las tribunas y los aplausos para el dueño de casa. Así es, el Gimnasia de Maradona se retiró ovacionado pese a la derrota y las caras largas.
Maradona salió último del vestidor y decidió suspender la conferencia de prensa. Al igual que sus dirigidos, optó por no hablar ante las cámaras. Claro que esto no condiciona para nada su futuro. “No va a renunciar, eso nunca se puso en duda. Se va a quedar”, aseguró uno de sus asistentes.
Seguí leyendo: