La noche del miércoles marcó un cambio en la vida de Ryota Saito, el japonés fanático de Racing que durante años siguió a la Academia a la distancia. A pesar de la diferencia horaria, cada vez que el conjunto de Coudet tenía un compromiso, el hincha se quedaba despierto en la madrugada asiática para observar a través de la TV los partidos del elenco del Chacho.
A pesar del amargo 0 a 0 ante Banfield, Saito vivió una jornada inolvidable en Avellaneda. Tras viajar más de 30 horas y recorrer más de 18.700 kilómetros, al simpatizante albiceleste cumplió el sueño de conocer el Cilindro. “En Japón los estadios como el del Kawasaki Frontale (el equipo del que es hincha en su país) son con forma rectangular. Nunca había estado en uno que tuviera esta forma circular”, le confesó a la web oficial del club.
Su pasión por Racing tiene una explicación. "El equipo que sigo en Japón es el Kawasaki Frontale, último bicampeón, pero soy un gran seguidor del fútbol europeo y del sudamericano. Y cuando investigué sobre los grandes de la Argentina vi que la camiseta de Racing tenía los mismos colores que los de mi club. Por eso sentí que ese también debía ser mi equipo”, reveló.
Lo llamativo es que el actual referente y capitán de la Academia encandiló a Ryota Saito cuando Licha brillaba en Europa. “Descubrí a Lisandro López en la época en que jugaba en el Lyon francés. Yo miraba esa liga por televisión y me di cuenta de que era un gran goleador. Empecé a ver al equipo solo porque él jugaba ahí”, deslizó.
“Desde que conocí a Racing tuve en claro que quería conocer Sudamérica y en especial, Argentina. Entonces, desde hace un tiempo empecé a estudiar por mi cuenta el idioma español con distintos tutoriales”, sorprendió en la entrevista que le brindó al sitio oficial de la Academia, sin ocultar cuáles son sus próximos desafíos: “Cuando me reciba en la universidad (actualmente estudia la carrera de negocios en Tokio) me gustaría trabajar y vivir en Sudamérica. Pienso que podría hacerlo en este país. Es por eso que más allá de arrancar mi viaje en Avellaneda, pienso conocer Buenos Aires y Mendoza, porque me gusta mucho el vino argentino”.
El extenso viaje, su arribo a Ezeiza y su hospedaje en un hotel en el centro porteño fueron las únicas postales que observó desde que llegó a la Argentina. Con el sueño cumplido en el Cilindro, el japonés continuará su aventura con un circuito turístico basado en Recoleta, Caminito, La Boca, Puerto Madero, Palermo, San Telmo y tantos otros lugares. Probablemente, en ningún barrio se sentirá tan cómodo como en Avellaneda. “Para mí es un honor y al mismo tiempo una gran alegría estar acá y disfrutar de este momento en el estadio. Hoy puedo decir que me he transformado en hincha de Racing y que obviamente volveré", concluyó.
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