El sol alumbra el imponente centro de entrenamiento que tienen los seleccionados argentinos en Ezeiza. Después de una práctica más con Pablo Aimar al frente del equipo, la Selección Sub 17 recuperó energías: los 21 futbolistas elegidos por el entrenador argentino almorzaron en el renovado comedor del complejo destinado para las juveniles.
Luego de disfrutar de una comida nutritiva, y antes del descanso previo a otra sesión de trabajo en las canchas del predio que parecen una alfombra, Juan Sforza acepta la invitación de Infobae para hablar de su pasado, del presente y de lo que será su futuro con la pelota.
A sus 17 años, el mediocampista se volvió una pieza clave para la estructura que construyeron Aimar y Diego Placente hace más de dos años. Es que una vez que desembarcaron en el proyecto de Hermes Desio para las juveniles de Argentina, el primer contacto de los ex futbolistas fue con el grupo que afrontará el Mundial en Brasil.
Y de esa camada de jugadores, Sforza se mantiene en el plantel, al igual que muchos otros. Como sucedió para el Sudamericano Sub 15 2017 que se jugó en San Juan, el volante volverá a ser el capitán del equipo, una elección que comprende mucho más que llevar la cinta los días de partido.
“Los chicos me conocen. Yo desde mi lugar intento disfrutar y comunicar las decisiones que son mejores para todos”, le dijo a Sforza a Infobae sobre su condición de líder en el grupo. Después de haber compartido tantas concentraciones, viajes y partidos internacionales, la unidad del plantel es uno de los bastiones que tiene este seleccionado para soñar en grande.
Exequiel Zeballos -jugador de las juveniles de Boca- es el musicalizador oficial del equipo. Cumbia y reggaeton es lo que más suena en la intimidad de un grupo en el que prevalece la amistad y el compañerismo. “Todos somos así, de divertirnos. Es que nos conocemos hace mucho”, remarcó Sforza.
Juan nació en Rosario y al poco tiempo se mudó con sus padres a Coronel Domínguez, un pueblo de poco más de 100 habitantes al sur de la ciudad. A los 8 años empezó a jugar en Santa Teresita, luego pasó por Unión de Álvarez y Sarmiento hasta que llegó al club de la Fundación Messi, el lugar que le permitió dar el salto a las divisiones inferiores de Newell’s.
“Es muy lindo. Tenes todo y te enseñan muy bien”, contó el futbolista sobre su paso por el equipo de la fundación del 10 del Barcelona. Hace algunos meses, a partir que Matías Messi -hermano del astro del fútbol mundial- se convirtió en uno de los representantes de Sforza, la institución catalana puso los ojos en el mediocampista zurdo.
“Me pone contento, pero estoy pensando en la Selección”, dijo Juan sobre la posibilidad de que el Barcelona siga sus pasos en el Mundial de Brasil. “Pienso primero en debutar en la Primera de Newell´s, si se dan las condiciones, y después del club voy donde me lleve el fútbol. Pero me gustaría ir a Europa”, agregó el joven.
Sforza está 100 por ciento focalizado en lo que será su primer Mundial con la camiseta argentina. La Copa del Mundo Sub 17 es la única que le resta ganar a las selecciones juveniles masculinas de la AFA, pero para el capitán no será una presión jugar con ese antecedente: “Lo hablamos con los chicos, pero es un dato general. Nos gusta hablar más de nuestro juego, de lo que venimos practicando y estamos tranquilos por eso”, dijo.
¿En que se basa la confianza de un chico de 17 años para soñar con ganar un título en su debut mundialista? En lo que absorbe de un líder como Pablo Aimar. “Lo principal es que en los entrenamientos nos divertimos, aprovechamos cada práctica. Y que disfrutamos estar acá, entrenar con los mejores, con las mejores cosas. Disfrutamos de cada día que estamos acá”, analizó Sforza sobre la experiencia de ser jugador de selección.
“El entrenamiento siempre se da con una sonrisa. Cuando arrancamos siempre se da con alegría para meternos en clima. Y después cuando se trabaja lo hacemos seriamente. No confundimos las partes de juego y de trabajo”, agregó el capitán del seleccionado argentino.
Como en cada hogar, hay normas que son parte de la convivencia. Sforza es el principal encargado de comunicarle al plantel lo que el entrenador y su staff quieren de los jugadores como grupo: está prohibido llevar el celular en las cuatro comidas, así como también a la hora del entrenamiento. En el vestuario se puede utilizar el móvil, pero con los cuidados del caso. Esto, sumado al sentimiento de pertenencia por los colores que inspiran Aimar, Placente y compañía, generaron un cóctel preciso para chicos en plena adolescencia.
“Cuando pueden nos cuentan anécdotas de su experiencia en la selección y en Europa”, dijo el volante, que aprovechó y definió su estilo de juego. “Soy un jugador que está concentrando los 90 minutos. Ayudo en la parte defensiva y ofensiva, y siempre tiro para adelante”, comentó.
El próximo lunes, desde las 17, Argentina hará su presentación en el estadio Kléber Andrade, en la ciudad de Vitória, frente a España, uno de los buenos equipos que buscará ser candidato.
“Estamos muy ansiosos, todo el equipo. Pero vamos a ir partido a partido”, definió Sforza sobre las aspiraciones de la Selección.
Antes de despedirse, Juan le contó a Infobae cómo vive este momento tan particular en su carrera. “Estoy muy contento. No es un torneo que se juega todos los días y tenemos que aprovecharlo”.
“Estamos confiado, ojalá que pase lo que todos queremos”, expresó antes de levantarse, saludar con una sonrisa y caminar rumbo a su próximo sueño.
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