Roberto Osuna y Julio Urías son dos los más grandes exponentes del béisbol de México en la actualidad, pero ambos están marcados con el estigma de haber sido acusados por violencia doméstica.
En 2018, la MLB determinó suspender 75 partidos sin derecho a percibir su salario a Urías, entonces lanzador de Toronto Blue Jays por presuntamente agredir a su novia quien lo denunció en la ciudad canadiense.
En mayo de este año, el pitcher de Los Angeles Dodgers fue acusado por la misma razón. Presuntamente, habría agredido a su novia, aunque solo fue sancionado 20 juegos debido a que un video habría revelado que se trataba de una mera discusión de pareja y no una agresión directa.
“Son cosas circunstanciales, a lo mejor de Urías se dio a conocer un video pero fue algo de la nada, una pequeña discusión, pero ahora como se manejan las cosas, todo mundo puede grabar un evento”, dijo a Infobae México el ex serpentinero mexicano Rodrigo López.
“Allá en EEUU las leyes son estrictas y una simple llamada denunciando violencia doméstica, a lo mejor no la hay, pero se hace algo grande”, abundó.
Según estudios, en Estados Unidos aproximadamente 1,5 millones de jóvenes experimentan algún tipo de abuso por parte de su pareja. Por si fuera poco, ese país registró en 2016 -el último año con datos disponibles- un total de 1,809 feminicidios.
Más que en 2015, cuando fueron 1,686, de acuerdo a un informe divulgado en enero por la organización Violence Policy Center (VPC, por sus siglas en inglés). Cifras alarmantes que evidencian un problema que se agudiza con la presión generada por el alto rendimiento en el deporte, donde la coacción genera niveles altos de estrés acumulado en atletas que no lo alcanzan a percibir hasta que de una u otra forma estalla.
“Son mexicanos, pero responden al mismo sistema de competitividad (de EEUU)”, analizó el periodista mexicano y maestro en sociología por la Universidad de Santiago de Chile, Mario Villagrán, sobre los casos puntuales de Urías y Osuna.
“Responden al mismo sistema de presión social en el que puedes ser hindú, nigeriano o mexicano, vas a acabar golpeando a tu esposa, drogándote o en la calle tres años después, porque la industria de Estados Unidos es altamente competitiva, el espectáculo cada vez es más competitivo y cada vez más gente quiere acceder a él”, añadió.
Y vaya que la industria del deporte lleva a altos niveles de presión a los atletas. Basta con ver los datos del documental Broke (Estrellas en la ruina), que estimó que 60% de los deportistas terminan en bancarrota al cabo de 5 años después de su retiro.
Los Houston Astros le dieron una segunda oportunidad a “El Cañoncito” tras la denuncia que terminó por alejarlo de los Blue Jays. Algo que no fue muy bien visto, debido a que se trataba de un pelotero con problemas legales no resueltos y una imagen para nada positiva al ser la organización que recientemente se había erigido en la Serie Mundial en ese entonces.
Fue así que cuando los Astros y Dodgers se enfrentaron en 2018 -por primera vez desde la final del béisbol de Estados Unidos en 2017- los Astros canjearon por Osuna, mientras que los Dodgers no se atrevieron a jugarse su prestigio contratando a un talentoso, pero con serios problemas legales, pelotero.
“Los Astros adquirieron al relevista tóxico proveniente de los Blue Jays de Toronto mientras que los Dodgers, que están en modo de desesperación por relevistas, ni se acercaron a él”, describió aquel día el diario Los Angeles Times en el texto “El silencio de los Astros es perturbador en el caso de Roberto Osuna”.
Pero así como la liga sancionó con firmeza al cerrador nacido en Juan José Ríos, Sinaloa, y fue condescendiente con el de Culiacán, el equipo de Los Angeles Dodgers también, pues prefirió no firmar en su momento a Osuna y optó por brindar una oportunidad a Urías de 23 años.
“Ha habido otros jugadores, no solo mexicanos. La realidad que está pasando en el mundo, creo que se están exponiendo más los casos por lo público de las redes sociales y la globalización, no está bien y qué bueno que se están tomando cartas en el asunto, se trata de ser mejores personas y exponer a esas personas sean beisbolistas o no”, comentó López, ex pitcher de Baltimore Orioles y Arizona Diamondbacks.
Según el estudio “When Men Murder Women”, la cifra de 1,809 feminicidios sitúa la tasa en Estados Unidos de 2016 en 1.20 por cada 100,000 mujeres, inferior a su punto álgido de 1.57 registrado en 1996, pero superior al mínimo de 1.08 de 2014, según los datos de VPC obtenidos de las bases del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Esos datos han alarmado a la sociedad en EEUU a tal grado que en los últimos años surgieron diversos programas de prevención de violencia contra la mujer.
“Es momento de exponerlos, pero también hay que tener cuidado de no tratar de solamente hacer un escándalo”, pidió Rodrigo López. “Desafortunadamente les tocó a estos dos jugadores, pero son dos de 10 o 15 jugadores en Grandes Ligas, como la carrera de Oliver Pérez impecable en Grandes Ligas, de Joakim Soria, de Jaime García que es un ser humano que su amor por ayudar a los demás es importante pero no lo hacen muy público”.
“Creo que se engloba. Hay que mirarlos como mexico-estadounidenses, pues tienen esta moral y estructura de competitividad estadounidense donde ellos saben cuál es el nivel al que tienen que competir y con cuánta gente tienen que competir, se incorporan y forman parte de una industria estadounidense, entonces evaluarlos como mexicanos aquí no vale mucho”, puntualizó Villagrán.
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