Obelix: la historia secreta del hincha de Racing menos pensado

Su creador, René Goscinny, diseñó la indumentaria albiceleste de su personaje en honor a la Academia. Cómo fue que el francés adoptó el ADN racinguista

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Obelix cuenta con unos pantalones albicelestes en honor a Racing
Obelix cuenta con unos pantalones albicelestes en honor a Racing

Pudo haber sido uno de los líderes de la Guardia Imperial. La fuerza sobrehumana era su característica principal en las batallas contra los ejércitos del César. Obelix, el compañero y amigo de Asterix, era hincha de Racing; aunque él no lo supiera…

El personaje creado por René Goscinny a fines de la década del cincuenta fue basado en dos aspectos determinantes que marcaron la adolescencia del francés: su amor por la Academia y su admiración por Patoruzú.

Su primera aparición fue el 29 de octubre de 1959 en la revista Pilote. Casi 20 años después de la partida de Goscinny de Buenos Aires. “Muchos aseguran que los pantalones a rayas celestes y blancas los diseñó en base a la camiseta de Racing, pero también pudo haber sido en honor a la Argentina, donde vivió durante muchos años”, analizó en diálogo con Infobae Horacio Altuna, quien comparte el ADN académico.

Como el caricaturista europeo creció Recoleta y estudió en el colegio francés de la calle Pampa al 1800 (cuando todavía no era el Liceo Francés), su adolescencia quedó marcada por la influencia de la popular historieta del cacique que contaba con una fuerza sobrenatural y defendía sus orígenes tehuelches.

Su llegada a la Argentina se dio en 1928, cuando su padre consiguió trabajo de ingeniero químico. De orígenes judíos, la familia se instaló en la capital porteña para evitar las atrocidades que años más tarde generaría la Segunda Guerra Mundial.

Todavía con el sabor del éxito que dejó el heptacampeonato de la era amateur, René se hizo fan de la Academia. Según el Departamento de Cultura de Racing, “hay varios registros de sus visitas al estadio” (cuando todavía tenía las tribunas de madera), pero para su desgracia el francés nunca pudo ver al equipo de sus amores campeón.

El autor francés junto a uno de sus personajes más populares (Shutterstock)
El autor francés junto a uno de sus personajes más populares (Shutterstock)

En 1945, tras el fallecimiento de su padre, partió junto a su madre rumbo a Nueva York, donde alternó constantemente viajes entre Europa y Estados Unidos para trabajar con los fundadores de la revista MAD, y elaborar sus obras en Dick Dicks, Kunen Publishers y la agencia de noticias World Press.

Muchos fanáticos del cómic se animan a afirmar que Obelix tiene algunos aspectos de Upa, el hermano menor de Patoruzú que nació a los siete meses y sufrió una dura infancia debido a que su padre lo encerró en una cueva para preservar el honor de su familia.

Ingenuo, tímido, introvertido y con un aspecto físico muy particular, el galo que acompañó a Asterix por diversas aventuras también cuenta con una historia de superación, al sufrir bullying cuando era un niño débil y retraído en su aldea.

Para cuando apareció Obelix por primera vez en escena, Racing ya contaba con el orgullo del tricampeonato y festejaba el reciente título de 1958 que lideraron Omar Oreste Corbatta y Pedro Manfredini. En tiempos en donde la globalización era casi inexistente, probablemente haya sido una casualidad que el personaje francés vista los colores de la Academia, aunque algunos amantes de la historieta europea se aventuran a pensar que se trate de un homenaje al club de Avellaneda.

Así, el tallador y repartidor de menhires que se desempeña en la aldea gala que nunca pudo ser conquistada por el Imperio Romano se convirtió en el primer hincha de Racing. Durante sus días de gloria y mayor popularidad, viajó por el mundo junto a Asterix protagonizando los cómics que fueron traducidos en más de 100 idiomas. Egipto, Reino Unido, Córcega, Bélgica y Grecia fueron algunos destinos a los que viajó el entrañable personaje que también se afianzó en dibujos animados y el cine. Sin embargo, el primer hincha de la Academia nunca visitó el Cilindro. Su pasión la trasladó hacia el otro Coliseo.

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