Enrique Bologna había tenido una maniobra de cierta inestabilidad algunos minutos antes del gol de Arsenal cuando se le escapó una pelota, aunque no hubo mayores riesgos. A los 9 minutos quedó expuesto en una combinación entre su lenta reacción y la escasa visibilidad que tenía por la gran cantidad de futbolistas que había adentro del área en el tanto que gritó Ezequiel Piovi.
Todo comenzó cuando Nicolás Giménez ejecutó un córner desde el sector derecho, Ignacio Scocco despejó la pelota en el vértice del área chica, pero Piovi la recibió en la medialuna sin una marca cerca. Con los jugadores del Millonario saliendo de las cercanías de su arco, el mediocampista central de 27 años con pasado en el ascenso argentino le pegó de sobrepiqué y tomó por sorpresa al Beto Bologna.
Mientras Matías Biscay hablaba por handy con algún auxiliar, Marcelo Gallardo estaba desconcertado sentado a su lado en el banco de suplentes. Segundos más tarde, la cámara lo tomó con los dos brazos abiertos y su mirada inyectada en furia, como reprochando la falta de marca sobre el futbolista de Sarandí.
A favor de Bologna, minutos más tarde Juan Cruz Kaprof realizó una buena conexión, se metió en el área y el arquero le tapó bien el mano a mano que hubiese significado el segundo tanto del combinado del Viaducto. A la media hora del juego, poco pudo hacer el portero que reemplazó a Franco Armani cuando Kaprof escapó en soledad tras una mala salida de Lucas Martínez Quarta y, con mucho tiempo, lo gambeteó casi en la puerta del área grande para gritar la segunda anotación del equipo anfitrión.
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