El desconsolado llanto de Hristo Stoichkov al reclamar que Bulgaria sea sancionada por los cánticos racistas

El histórico goleador se refirió en un programa de televisión a los hechos sucedidos durante el partido por las Eliminatorias rumbo a la Eurocopa 2020 que enfrentó a su país con España

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Hristo Stoichkov rompió en llanto al hablar sobre el racismo en Bulgaria

La Policía búlgara detuvo a cuatro aficionado por los incidentes racistas del pasado lunes en el partido Bulgaria-Inglaterra (0-6) en Sofía, informó este miércoles el ministerio del Interior del país balcánico.

El partido, que terminó con la peor derrota de Bulgaria en un partido oficial jugado en casa, fue interrumpido dos veces en la primera parte ante los insultos racistas de la hinchada local contra algunos jugadores negros de Inglaterra. Además, en las imágenes de televisión se ve como varios seguidores búlgaros hacen el saludo nazi.

En este marco, el histórico Hristo Stoichkov se lamentó por la situación que vive su país y pidió a la UEFA una sanción ejemplificadora para el seleccionado de su país: “Como en Inglaterra hace años, cinco años sin participar”. “No se merecen la gente sufriendo, ¿tu crees que me siento cómodo?”, dijo en el canal de noticias de México y Centroamérica TUDN antes de romper en llanto.

El ex futbolista visitó las camisetas del CSKA Sofía y Barcelona durante finales del ’80 y la década del ’90, entre otros clubes. Además, jugó dos Mundiales con la selección de su país, incluido el de Francia 1994, cuando llegó a la semifinal y fue el máximo goleador del torneo, junto con el ruso Oleg Salenko.

Por su parte, el presidente de Bulgaria, Rumen Radev, dijo este miércoles ante la prensa que este incidente es muy desagradable para el país, aunque recordó que la nación salvó a sus 50.000 judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

Ayer, el Ministerio Exterior citó a la embajadora del Reino Unido en Sofía para asegurarle que Bulgaria no es un país racista, al tiempo que el Gobierno búlgaro expresó su malestar por algunos titulares de la prensa británica, que calificaron a los búlgaros como “una vergüenza” o “idiotas”.

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