Impactante revelación: el video del día que Bebote Álvarez y la barra de Independiente ingresaron por la fuerza al despacho de Javier Cantero

Ocurrió en 2012, pero recién ahora se conocen las imágenes de las cámaras de seguridad. Más de 20 personas encabezadas por Bebote Álvarez entraron a la sede del Rojo para realizarle una serie de pedidos al por entonces presidente del club

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El video del día que la barra de Independiente ingresó por la fuerza al despacho de Javier Cantero

Las imágenes son de hace siete años, pero no por eso son menos impactantes. Impresiona la impunidad y la tranquilidad que llevan. Un grupo cercano a 20 personas aparece de repente por la puerta principal de la sede de Independiente de Avellaneda y segundos más tarde irrumpe por la fuerza en el despacho del por entonces presidente Javier Cantero, quien hace unos pocos días fue quitado del padrón de socios por la Comisión Directiva actual de la institución.

El video, que es del 3 de mayo del 2012, lo dio a conocer durante las últimas horas TyC Sports y está enmarcado en un contexto donde el mandatario había asumido hacía apenas seis meses pero ya estaba en un proceso de disputa con los violentos que dominaban la tribuna. Según el citado canal, los cabecillas de este movimiento en la sede de avenida Mitre 470 fueron Pablo Bebote Álvarezhoy con prisión domiciliaria– y César Loquillo Rodríguez, quienes tiempo después quedarían enfrentados por el dominio del centro de la tribuna roja.

“Los barras están en la puerta de tu despacho”, le advirtió la secretaria a Cantero. “Deciles que no los voy a recibir”, respondió él según informó este medio. “Van a entrar y no los puedo parar”, fue el último mensaje que recibió antes de ver la irrupción de los violentos.

Previamente, habían estacionado varios autos sobre la reconocida avenida de Avellaneda y se habían organizado en la puerta del edificio. Cinco minutos más tarde, subían las 20 personas por las escaleras. Una oficial de seguridad privada vio la secuencia y decidió seguirlos hasta las entrañas de las oficinas de Cantero.

La filmación muestra desde lo ocurrido en la vereda del sitio hasta la intimidad del despacho presidencial. Bebote ingresa y sin mediar demasiadas palabras se ubica en una silla de la amplia mesa. Junto con él, todos los otros integrantes del violento accionar fueron ocupando sitios de la oficina. Diez minutos más tarde arriba la Policía al lugar junto con el jefe de seguridad del club para intervenir en la reunión forzada, que de todos modos continúa por varios minutos más.

Cantero debió hablar por la
Cantero debió hablar por la fuerza con los barras de Independiente (Fuente: TyC Sports.com)

“A Bebote nadie le decía nada, era como el dueño de la situación. A él lo respetaban, le temían demasiado. Traía una lista de pedidos: sobre todo quería guardar las banderas en otro predio porque yo no las quería dentro del club. Le dije que se las llevara y que se tenía que hacer cargo de trasladarlas porque era una gran cantidad de metros cuadrados, todos apretujados, y ahí podían guardar armas, droga o hasta un muerto. Esas banderas eran incontrolables”, explicó Cantero sobre lo ocurrido aquella tarde. Aunque también hubo reclamo de “entradas y plata para los viajes”.

"Ese día, la Policía que tenía que estar en la sede, no lo estaba. Fue sospechoso. Quedé desguarnecido. Lo que me dijo mi secretaria fue que todos se habían ido al estadio por un control. Cuando la barra entra y traba la puerta desde adentro, ella se puso a llorar porque pensó que me iba a pasar algo malo. Sin embargo, cuando ingresó el abogado, me sentí un poco protegido porque por lo menos había un testigo. Él no participó, pero su presencia me tranquilizó”, relató.

“No temí por mi vida, pero se me hizo muy largo. No sabía qué era lo que me iban a hacer”, confesó el directivo que comandó la entidad de Avellaneda entre diciembre del 2011 y abril del 2014, cuando renunció acorralado por la situación deportiva, económica y violenta de la entidad. Cantero rememoró que ese día el único que hablaba era Álvarez y que cuando otro pretendía meterse en el debate, él lo callaba.

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