Por primera vez en la historia, los Juegos Nacionales Evita tienen mascota propia, Liber, una juguetona liebre fue la seleccionada para darle un poco más de alegría al certamen amateur para jóvenes más importante de la Argentina.
Esta costumbre algo más común en los equipos de fútbol, baloncesto y béisbol de los Estados Unidos, pero también en los eventos Olímpicos, ha desembarcado en Mar del Plata en donde más de 20 mil chicos y chicas de todas las provincias compiten desde el lunes y hasta el viernes en 43 disciplinas (36 convencionales y 7 adaptadas).
El mamífero de orejas largas fue seleccionado para ser el rostro de esta edición del torneo nacional debido a sus condiciones atléticas: es ágil, veloz e impredecible. Claro está que estas características son fundamentales para aquellos deportistas que aspiran a consagrarse como los mejores, pero para este animal son vitales para su supervivencia.
En Argentina, la caza de la liebre está permitida en algunas provincias durante algunos meses debido a que su excesiva reproducción es una amenaza para los cultivos vitales en las economías regionales del interior del país. Tal vez por eso, fue bautizada como “Liber”, nombre que proviene de la palabra “libertad”.
Aquí en Mar del Plata, este simpático roedor también está en la mira, pero no de los cazadores sino de los jóvenes. Los chicos y chicas que entrenaron todo el año para este evento se pelean por una foto con la mascota que cuando se aparece por sorpresa en alguna cancha, se roba todos los flashes.
Antes de llegar saltando a Mar del Plata, Liber había estado en el CENARD, en donde conoció a algunos de los deportistas más consagrados del país, como con Federico Molinari, oro en anillas en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, las Leonas y Los Murciélagos, selección de fútbol de no videntes, entre otros. Además, animó los Juegos Evita para adultos mayores disputados en Pinamar en septiembre de este año.
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