Una de las características que distingue a un jugador de rugby por sobre el resto de los atletas es su porte físico. El cuerpo debe estar preparado para un juego de mucho contacto, en el que los golpes, los empujones y la fuerza cumplen un papel fundamental.
Más allá de las abundantes e intensas horas de gimnasio con las que deben cumplir estos deportistas para poseer esta fisonomía, otro de los factores determinantes e indispensables es el denominado entrenamiento invisible, que consiste en la nutrición, hidratación y el descanso.
Hace poco más de un mes, mientras el seleccionado de básquet dirigido por Sergio Hernández daba la nota en el Mundial de China gracias a sus grandes actuaciones, uno de los secretos del plantel que salió a la luz y dio de qué hablar fue la particular alimentación de los jugadores.
A diferencia de la dieta de Luis Scola y compañía, que a grandes rasgos consiste en solo dos comidas al día y entrenamiento en ayunas, la nutrición de Los Pumas en el Mundial de Japón llama la atención por la cantidad de calorías a ingerir y el número de colaciones diarias.
De esta manera, Infobae se contactó con Romina Garavaglia, Licenciada en Nutrición (MN: 3725) recibida en la Universidad de Buenos Aires y nutricionista de Los Pumas y Jaguares desde 2013, para saber en qué consiste el régimen alimenticio que tienen los jugadores liderados por Mario Ledesma durante el Copa del Mundo.
“La base de la alimentación de un jugador de Los Pumas durante el Mundial es bastante similar a la misma que hacen durante la temporada entre Rugby Championship y el Súper Rugby con Jaguares. Deben cubrir las demandas energéticas para el volumen de trabajo físico que van a hacer. Esto varía, obviamente, dependiendo del peso de cada jugador que van de 80 a 125 kilos, y con requerimientos de 3000 a 4500 calorías por día”, explica Romina.
Entre los entrenamientos y los partidos, el desgaste de energía de un jugador de alto rendimiento es demasiado, por eso exige que se esté suministrando combustible de manera constante. Es así que, en un día, cada jugador puede superar las seis comidas diarias, sumándole el suministro de suplementos deportivos, ya sea antes, durante o después de las actividades físicas.
La base de la composición de las calorías mencionadas son hidratos de carbono de buena calidad. Estas son el sostén de la energía para el entrenamiento muscular, que consume glucosa, y del cerebro. Además, se incluyen proteínas para favorecer la recuperación y pocas grasas, pero que las mismas sean de alta calidad, para cuidar la parte de salud.
Pese a no haber viajado junto al seleccionado por temas de logística, Garavaglia contó que preparó de antemano todo el plan de alimentación y que se apoya en los propios jugadores para que cumplan con el mismo. “Nosotros pautamos desde antes el suministro de comida con los hoteles en los que se va a hospedar el plantel a lo largo de la competencia. Sin embargo, son los chicos los que deben servirse las porciones adecuadas y por suerte tienen bastante educación en este tema, ya que venimos trabajando desde hace seis años. Confío en la formación que tienen”, aseguró.
Otro de los temas abordados por la licenciada fue el de la hidratación, un factor fundamental debido a las grandes temperaturas que tiene Japón en esta época del año (durante el partido con Tonga la sensación térmica llegó hasta los 40 grados). “El gran desafío en este Mundial en particular es el calor, hay que cuidar mucho la hidratación diaria, no solamente durante la actividad. También hay que reponer el sodio perdido y estar atentos a casos puntuales en los que no solamente tengan que tomar más líquido al que están acostumbrado, sino también a si sudan demasiado. Esto se supervisa constantemente con registros de peso, con controles de densidad urinaria y ese tipo de estrategias”, detalló. Entre el desgaste y el agobiante calor, los jugadores consumen entre cinco y siete litros de líquido por día.
La nutricionista Garavaglia expone como ejemplo una lista de alimentos que puede llegar a consumir un jugador a los largo de una jornada durante el Mundial.
Desayuno/Merienda: un bowl de yogurt con granola y una fruta cortada, dos tostadas de pan integral con huevos revueltos y alguna infusión.
Media mañana/ Media tarde: frutas, barras proteicas, geles y bebidas deportivas, dependiendo de lo que necesiten.
Almuerzo/Cena: una barra de ensaladas donde hay vegetales de varios colores; fuentes de hidratos de carbono (choclo, legumbres o arroz integral); una porción de grasas saludables (aceitunas, frutos secos y semillas); proteína magra (atún o huevo); verduras cocidas como revueltos, pudín o woks; dos opciones de carbohidratos para elegir (puré, fideos o polenta); dos opciones de carnes, roja o blanca (cerdo, salmón, pollo); y tres opciones de postre, alguna gelatina light, frutas o alguna opción más calórica para el que lo requiera.
Garavaglia insiste en la importancia que tiene la nutrición en un atleta de alto rendimiento: “Siempre digo que un jugador talentoso si no cuida su alimentación está dando ventaja”.
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