Los planteles de River y Boca se sometieron, una vez más, a controles antidoping sorpresa por parte de la Conmebol en la previa del duelo de ida de las semifinales de la Copa Libertadores. Se trata de un procedimiento similar al que el organismo ya había realizado tres días atrás.
En esta ocasión, los emisarios de la Conmebol llegaron hasta los lugares en los que se encontraban los planteles. En el caso del Millonario, se trata del hotel Hilton de Pilar -elegido por Marcelo Gallardo una vez más como lugar de concentración en la previa de un duelo decisivo-, mientras que los Xeneizes fueron afectados por el control en el predio de Casa Amarilla, donde hicieron su entrenamiento matutino de este domingo. Por la noche, los conducidos por Gustavo Alfaro quedarpan concentrados en el hotel Holiday Inn de Ezeiza.
Todos los jugadores tuvieron que dar sus muestras para que la Conmebol proceda a analizarlas.
Esta es una práctica que suele hacer la entidad madre del fútbol sudamericano en las instancias decisivas de sus competiciones. Lo mismo sucedería con los otros dos clubes brasileños que se medirán por la otra llave: Gremio y Flamengo. La Agencia Mundial Antidopaje recomienda que se lleven a cabo con frecuencia para que los espectáculos se desarrollen de forma transparente.
De hecho, en la edición pasada, ocurrió lo mismo en La Boca y Núñez justo antes de que disputaran la revancha frustrada en el Monumental y mudada a Madrid.
Respecto del episodio del jueves, no trascendieron los nombres de los seis futbolistas que se sometieron a los estudios por estricto pedido de la Conmebol, que exigió total privacidad y hermetismo a las instituciones. Caso contrario quedarán expuestos a posibles multas económicas.
River y Boca se enfrentarán el próximo martes 1° de octubre a las 21.30 en el estadio Monumental en el partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores. La revancha será el martes 22 de ese mes, también desde las 21.30, en la Bombonera.
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