Asiste a más de 30 familias durante la pandemia, pero se quedó sin recursos: el pedido de ayuda de Floresta Rugby Club

La institución es una de las más humildes que componen la URBA y gran parte de sus jugadores se vieron afectados por la crisis económica actual. Es así que buscan ayuda para poder seguir adelante

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Durante la pandemia, desde el Floresta Rugby Club vienen ayudando a más de 30 familias necesitadas
Durante la pandemia, desde el Floresta Rugby Club vienen ayudando a más de 30 familias necesitadas

No claudicar ante la adversidad es apenas uno de los tantos valores que se intentan transmitir en el rugby. Aunque, para el Floresta Rugby Club parece ser el más importante. Es que esta institución, de las más humildes que componen la URBA, que se desempeña en la última categoría de Desarrollo y que ni siquiera cuenta con sede propia, se encuentra disputando uno de los partidos más difíciles que le tocó y al que no piensa abandonar. Para ello necesita ayuda.

“Necesitamos una mano, alguna manera de difusión para poder llegar a más gente”, fue el pedido de Javier Alakran, manager de la entidad. Quizá su nombre sea familiar ya que hace poco más de dos meses, una imagen de él se volvió viral gracias a un solidario gesto que tuvo con un cartonero. El hombre de 46 años fue aquel motoquero que, compungido por la imagen que se le presentó, no dudó en sacarse las zapatillas en plena calle y obsequiárselas al joven que empujaba su carro por las calles de Buenos Aires sin calzado alguno.

Claro que cuando uno se adentra en el mundo de Javier, llega a la conclusión de que su gesto es un fiel reflejo de algo mucho más grande, de todo un grupo de personas que conforman la asociación albinegra y que pregonan el mismo accionar.

El club es uno de los más humildes de la URBA, no tiene sede propia y juega en la última categoría de Desarrollo
(Fabian Ramella)
El club es uno de los más humildes de la URBA, no tiene sede propia y juega en la última categoría de Desarrollo (Fabian Ramella)

Pese a no tener un lugar propio, se puede decir que el Floresta RC se ubica en Parque Avellaneda, en la Comuna 9 de CABA. Es allí donde se entrenan sus diferentes categoría en una de las canchas de fútbol del sitio que delimita con la Avenida Lacarra y la Autopista Perito Moreno. También en las cercanías de aquel lugar tuvo durante algún tiempo su sede social, espacio que le cedía una biblioteca de la zona para desarrollar actividades más técnicas, como el análisis de un partido, o de grupo, como una cena del plantel, y que debió abandonar por problemas ajenos.

Sin embargo, el club nunca le escapó a las necesidades de su comunidad, integrada en mayor parte por persona de clases media baja y baja, provenientes de los barrios más carenciados, a los que les abrió las puertas con el deporte como excusa, pero que se centró en otros aspectos más importantes. “Somos inclusivos, ese es nuestro espíritu. Les tratamos de enseñar los valores de ser buenas personas, antes que buenos jugadores. Tratamos de formarlos como humanos”, le explica el Presidente Diego Grisotto a Infobae, antes de meterse de lleno en la dificultad que atraviesas hoy en día.

A comienzos de la cuarentena, allá por abril, identificamos a 17 familias, mas o menos 80 personas, que la estaban pasando mal con esto. Necesitaban ayuda. Fue ahí que algunos socios crearon un grupo que se llama Familias de Floresta para recibir donaciones y poder darles una mano”, describe acerca de esta movida solidaria para sostener a los suyos pese a que las actividades deportivas estaban suspendidas.

Son los propios socios del club quienes asisten a sus pares, pero se quedaron sin recursos y necesitan ayuda
Son los propios socios del club quienes asisten a sus pares, pero se quedaron sin recursos y necesitan ayuda

Pero con el correr de los días y la prolongación de la cuarentena, las donaciones recibidas y los aportes que hacían los propios miembros del club fueron disminuyendo por razones lógicas, hasta llegar a este punto. “Lo que está pasando ahora es que se empieza a complicar porque hay problemas para cobrar, los que tienen trabajo tienen menos plata y no podemos hacer lo que veníamos haciendo. Necesitamos abrir un poco el juego y podamos recibir donaciones externas al club”, plantea.

Algo para destacar es que son los mismos jugadores los que les extienden una mano a sus pares, los que se encargan de las colectas, las compras y la repartición de todo lo recibido para que sus compañeros de equipo estén un poco mejor ante esta realidad que les toca atravesar. Así lo explica Agustín García Lofriego, capitán del Plantel Superior: “Hoy estamos en 30 familias, más de 120 personas. Ya vamos siete entregas de bolsones de comida y esta semana vamos a hacer la octava, pero ahora estamos muy apretados. Nos alcanza para esta entrega y una mas, cada vez está mas complicado. El numero de familias aumenta entrega a entrega y parece que esto va a seguir un tiempo más”.

(Fabian Ramella)
(Fabian Ramella)

A la hora de transmitir el motivo que los hace interiorizarse tanto en todo esto, el tercera línea de 24 años lo hace simple. “La realidad es que esto está en nuestra esencia. Siempre pusimos por delante la persona a lo deportivo. Nuestro sentido de pertenencia es a los colores y a la gente del club, no a la cancha, no tenemos lugar propio. Le damos para adelante y por suerte pudimos armar una buena estructura para ayudar a las personas del club que lo necesitan. Si bien a nosotros nunca nos sobró nada, hay familias que nunca tuvieron problemas económicos y hoy si, pero hay que buscarle la vuelta, no vamos a dejar solas a las familia”, asegura.

Es por eso que Agustín hace público su mensaje: “Quiero pedirle a la gente que tengan en cuenta que con un aporte mínimo, que quizá para ellos no es significativo, nos están ayudando para darle un plato de comida o un abrigo a un pibe que la esta pasando mal. El aporte más chico que sea es un aporte muy grande”.

Mientras divide su tiempo en trabajar, seguir entrenando, ejerciendo como ayudante en las categoría juveniles y organizando una rifa con el fin de poder recaudar más fondos para las familias de su club, García Lofriego deja una última frase. “La solidaridad es nuestra base y nuestra esencia como club, la queremos mantener y para eso necesitamos la ayuda de la gente”, cierra antes de despedirse.

CENTRO DE DONACIONES DEL FLORESTA R.C.

Mercado Pago: gonzalo.garcialofriego@hotmail.com

Mail de contacto: familiasfloresta@gmail.com

Whatsapp: 11-6440-3807

Instagram: @FlorestaRugbySolidario

(Contactarse con cualquier vía para realizar donaciones)

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