Japón. Otra vez, Japón. Igual a lo que sucedió en el Mundial de Inglaterra-Gales en 2015, los nipones volvieron a dejar su marca en la historia del rugby internacional. En la cita más importante para la disciplina, los locales consiguieron una de las mejores victorias de su historia: superaron por 19-12 a Irlanda, el seleccionado que llegó a la Copa del Mundo como uno de los candidatos a luchar por el trofeo Webb Ellis por terminar la etapa preparatoria como el número 1 del ranking de la IRB.
Todo parecía encaminarse a un triunfo de los irlandeses. Al menos eso mostró el trámite del encuentro en los primeros 40 minutos de acción en el estadio Shizuoka. La primera llegada al in goal para los europeos fue a los 14’ de la primera etapa: después de una serie positiva en ofensiva, Carty realizó una patada precisa para que Ringrose tome la ovalada en el aire y consuma el try. Siete minutos después, el que aumentó el marcador con otra try para Irlanda fue Kearney.
Gracias a las conversiones de Tamura -el japonés estuvo perfecto con una eficacia de tres penales anotados sobre la misma cantidad de intentados-, el conjunto local se mantuvo en marcador y cerró la primera parte del juego abajo por tres: Irlanda se fue 12-9 al entretiempo.
Ya en el segundo tiempo el partido mostró otro impulso de la mano de Japón. Con el apoyo de su público, los locales fueron a buscar la ventaja en el resultado. Y la consiguieron después de una jugada maravillosa cerca del in goal irlandés: luego de varias fases en ataque, y apoyados por el scrum, Lafaele le dio un pase mágico a Kenki Fokouka, que se zambulló al try cerca de la bandera y puso al frente a Japón.
El número 23 no iba a ser parte del equipo para este encuentro, pero entró a último momento por la lesión de un compañero de equipo y consiguió sumar cinco puntos vitales para lo que fue una victoria inolvidable.
El pie de Tamura mantuvo la efectividad -anotó la conversión y logró un penal que estiró la diferencia a siete puntos (19-12) cuando restaban ocho minutos para el final del tiempo reglamentario-. Irlanda, a pesar de quererlo, no inquietó a los locales en las instancias decisivas del juego.
Y ganó Japón para dar otro batacazo histórico en los Mundiales de rugby. De la misma manera que los nipones superaron hace cuatro años a Sudáfrica, esta vez fueron los verdugos del conjunto del trébol, que llegó a la Copa del Mundo con el mote de ser el 1 en el ranking. Con este triunfo, los locales llegaron a la cima del Grupo A: luego de ganarle a Rusia en el partido inaugural del Mundial, suman 9 unidades, tres más que los irlandeses.
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