Con triunfos de los candidatos, la gran desilusión de Los Pumas luego de perder ajustadamente ante Francia y el duelo de gigantes que Nueva Zelanda le ganó a Sudáfrica, el panorama en Japón comenzó a mostrar a los equipos que se perfilan para estar entre los ocho mejores, con Irlanda, Inglaterra, los All Blacks y Gales a la cabeza.
Sin dudas que los minutos finales de Argentina-Francia encabezan el ránking de los momentos de mayor tensión que se vivieron en la competencia luego de los primeros ocho partidos en el Mundial de Asia.
Desde el penal de Benjamín Urdapilleta, que a doce minutos del final dejó a los albicelestes al frente por primera vez en el choque, 21-20, hasta el increíble drop de Camille López un minuto después hasta el penal desperdiciado por Emiliano Boffelli desde casi 50 metros, cuando sólo restaban 60 segundos.
Ese fue hasta ahora, el único encuentro que se decidió sobre el final y que dejó a Los Pumas contra las cuerdas, con la obligación de ganar todo lo que les queda por jugar.
Del choque entre los All Blacks y Sudáfrica comenzó a hablarse desde el mismo día que se sorteó el torneo. Es más, luego de la gran actuación de los Springboks en el Rugby Championship, donde se consagraron campeones, la sensación de que los sudafricanos podían superar a los campeones del mundo estaba latente. Sin embargo, los hombres de negro demostraron por qué son los mejores.
No tuvieron un arranque de año ideal. En Buenos Aires no se destacaron ante Los Pumas y les ganaron porque defendieron bien la última pelota. Luego empataron contra Sudáfrica y cayeron en Australia. Los últimos dos éxitos frente a los Wallabies y Tonga, confirmaron que los más importante estaba por llegar.
Irlanda, al día siguiente, en el imponente Estadio Internacional de Yokohama, también confirmó por qué llegó como número uno del ránking internacional. Solidez, el pack de forwards más destacado de la primera jornada, y la brillantez de sus conductores, Johnny Sexton y Conor Murray, ofrecieron una lección de solidez para barrer a su clásico rival, Escocia, por 27 a 3.
Además, el equipo que dirige el neozelandés Joe Schmidt demostró muchas opciones desde el banco de suplentes que confirman que Irlanda es cosa seria. Escocia, con un hombre de más en los diez minutos finales –amonestación de Furlong– no pudo quebrarlo ni con superioridad numérica.
Un poco más tarde y cerrando el tercer día, Inglaterra aplastó a Tonga 35 a 3, aunque sin deslumbrar como se esperaba. El parcial 18-3 de la primera etapa fue corto para los dirigidos por Eddie Jones, ya que no estuvieron a la altura. Lo mejor fue la potencia de Manu Tuilagi, quien se anotó con dos tries.
En el cierre de la fecha Gales vapuleó a Georgia por 41 a 14. Los Dragones fueron una pesadilla para los rústicos georgianos, ya que al finalizar el primer tiempo ganaban por 29 a 0 y demostraron que llegaron al mundial de muy buena forma.
Gatland preparó un equipo que está para luchar por cosas grandes. Del resto de los seleccionados hay que mencionar los muy buenos 60 minutos que jugó Fiji ante Australia. Los isleños sorprendieron hasta que les alcanzó el físico.
Los Wallabies lo definieron en el final, con el ingreso de Will Genia en la conducción. De los locales habrá que esperar seguramente más de lo hecho ante Rusia. Hubo nervios y muchas dudas, pero cuando encontraron inercia los definieron con claridad. Cabe destacar que el wing Matsushima, de Japón, fue el primer jugador en hacer tres tries en un debut mundialista.
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