Tackle alto no sancionado en el duelo que protagonizaron Australia y Fiyi. Jugada polémica en el clásico de Nueva Zelanda y Sudáfrica. Fuera de juego y robo ilegal en el choque de Francia ante Argentina... fueron algunas decisiones arbitrales que han provocado las críticas hacia el arbitraje cuando el Mundial de rugby de Japón no ha hecho más que empezar.
En una crónica publicada en el diario británico Daily Telegraph, el ex juez internacional sudafricano Jonathan Kaplan aseguró "no saber cómo" el wing australiano Reece Hodge evitó la expulsión por un tackle alto sobre el fiyiano Peceli Yato, obligado a retirarse conmocionado a los 26 minutos del partido que ganaron los Wallabies 39 a 21.
"Antes del Mundial, la World Rugby fue muy clara sobre los contactos a nivel de la cabeza y que eran sancionables con una tarjeta roja", escribió el colegiado. "Con esto en la mente, no puedo entender cómo Reece Hodge no fue expulsado por su tackle sobre Peceli Yato. Para mí era muy claro y un ejemplo perfecto de lo que ellos (los dirigentes de la federación internacional) quieren que desaparezca de las canchas", añadió.
Kaplan, quien dirigió 70 partidos internacionales durante su carrera, exculpa al árbitro, el neozelandés Ben O'Keefe, porque "es increíblemente difícil ver eso con sus propios ojos". Sin embargo, critica la falta de comunicación entre el juez y su asistente de video, el inglés Rowan Kitt.
La World Rugby, que persigue los tackles peligrosos, parece dar la razón a Kaplan, ya que ha citado a Hodge a comparecer ante una Comisión de Disciplina y podría ser sancionado con varias semanas de suspensión por su gesto sobre Yato.
¿Grandes potencias y países chicos?
Además, numerosos observadores han destacado que Fiyi fue dirigido como si se tratase de un equipo chico. Un argumento que también utilizó el entrenador argentino Mario Ledesma, quien criticó dos acciones sancionadas por el australiano Angus Gardner en los últimos minutos del partido perdido contra Le Bleu y que habrían favorecido a Los Pumas: un fuera de juego de Louis Picamoles y una recuperación ilegal de Maxime Machenaud en un scrum abierto en la última jugada del encuentro.
"Es una lástima que nos dirijan como a un país chico", declaró Ledesma tras el partido. "En la primera acción, Picamoles tomó el balón dos o tres metros en offside. El árbitro de touch se lo dijo al principal, pero éste no lo escuchó. Y en la última jugada, el tackleador no se apartó y nuestro número nueve no pudo agarrar la pelota. Y era un penal fácil para nuestro pateador", argumentó.
Jonathan Kaplan negó la hipótesis de las dos varas: "Soy categórico, los árbitros no diferencian entre las grandes potencias y los otros" países. La polémica también se dio en el debut de los All Blacks, que vencieron por 23-13 a otra potencia del hemisferio sur: Sudáfrica.
El capitán neozelandés Kieran Read indicó al abandonar el terreno de juego que se había sentido "un poco impotente" frente a la decisión del árbitro francés Jérôme Garcès de sancionar simplemente con un penal al sudafricano Makazole Mapimpi, después de que éste evitara un try rival con una acción ilegal. Ambos equipos podrían volver a encontrarse el 2 de noviembre en la final del torneo en Yokohama, un partido en el que Garcès sería uno de los principales candidatos a dirigirlo.
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