"Bebe" Quesada está tranquilo a pesar del resultado adverso. Lo realizado por Jaguares este año en el regreso de su hijo al rugby argentino lo dejó más que satisfecho, y eso va más allá de un resultado como el que se dio en la fría noche de Christchurch por la final del Súper Rugby. "Nosotros como familia estamos muy orgullosos de él", dijo en este análisis a fondo el padre del entrenador de Jaguares luego de un año más que exitoso de su hijo al frente de la franquicia argentina.
El esfuerzo da sus frutos
"Sé lo que le costó a todos llegar hasta acá. Era un desafío muy importante. Él mismo (por Gonzalo) se puso la vara muy alta por el curriculum que traía. En la Argentina somos muy difíciles, fijate que acá hasta criticamos a Messi. A Gonzalo le tenía que ir bien, por todo lo que se hablaba mundialmente de él, especialmente en Francia, y necesitaba poder acreditarlo en la Argentina con resultados. Estoy muy feliz por el año que les hizo pasar a los chicos. El rol de los entrenadores es ayudar a que los jugadores den el máximo, y tengan un gran año de rugby, que puedan llegar a dar el 100% de su esfuerzo. Creo que tuvieron la mejor temporada de sus vidas, y como dijo Emiliano Boffelli, este fue para ellos el partido más importante de su carrera".
Un entrenador obsesivo y detallista
"Gonzalo es un obsesivo. Nosotros somos una familia que educamos a nuestros hijos para que la relación esfuerzo-efecto en algún momento pague. Todos mis hijos entrenaron su vida para saber que rompiéndose el alma los resultados llegarán un día u otro. Él es un obsesivo de los detalles, del trabajo, de la dedicación. No le gusta perder a nada y tampoco le gustan los chantas. Los 20 años de estar en Francia le enseñaron a ser profesional. Gonzalo, en la preparación mental debe ser uno de los mejores entrenadores en Europa y de la Argentina. Ojo, que hay otros excelentes también, pero por dones naturales, en cambio Gonzalo se preparó, hizo un máster de dos años muy sacrificado, iba de París a Clermont y se quedaba una semana para hacerlo acelerado. Eso para después poder volcarlo en sus equipos y en sus dirigidos".
Una final intensa
"Esto había que vivirlo intensamente como lo hicimos hoy en la cancha. Es lo más lindo que nos puede pasar. Si amás algo, tenés que vivirlo intensamente. En Hindú, de dónde somos nosotros; el rugby se vive con cama adentro. No hay divisiones, no hay edades. Todo se festeja en conjunto, somos una familia muy grande. Tengo otros dos hijos entrenando a mis nietos en el club. Y me divierte como lo viven mis nietos. El otro día ante Brumbies por la semifinal dieron la vuelta olímpica en la cancha de Vélez –Gonzalo los buscó de la tribuna al final y los llevó al campo de juego-. Uno de ellos, el de ocho años, me dijo: "hoy es el día más feliz de mi vida". Con la camiseta de Jaguares dio la vuelta con los jugadores y después fue al vestuario y se llevó la pelota del partido. Imagínense que tenemos fotos de él durmiendo boca abajo y agarrado de la pelota. Es muy lindo que Gonzalo les transmita esas cosas a sus sobrinos".
El abrazo del alma
"Un rato antes del partido estuve con ellos y me abracé muy fuerte con Gonzalo, Manasa (Juan Fernández Miranda) y Andrés (Bordoy). Me emocioné mucho. Se lo que trabajaron, llegaban a las siete de la mañana y se iban a las siete de la tarde. No dejaron un detalle sin cuidar, ni nada librado al azar. Él es un obsesivo de los detalles. No se olvida que fue jugador y que hay muchos por cuidar, además de lo táctico, lo técnico y lo físico; está lo espiritual. El compromiso, la pasión y el corazón hacen la diferencia. Acá se midieron dos equipos muy parejos en lo técnico, en lo físico y en lo estratégico. La diferencia fue muy pequeña en la cancha".
Las declaraciones de los rivales
"Hubo declaraciones de ellos que fueron de preocupación antes del partido y otras en las que subestimaron a Jaguares. Robertson dijo 'no sé quién es Quesada' ayer en un programa de televisión, y algunos ex All Blacks nombraban a Moroni y Moyano, como burlándose en la pronunciación. La verdad que me dio bronca, era para llamarlos y mandarlos a la m……… . Fue una falta de respeto total. El equipo revelación de este año fue Jaguares, y no ellos. La presión era de ellos para volver a llevarse una final y no debían burlarse así de su rival, pero después en el partido tuvieron que respetarlos por lo que hicieron.
Las finales de Gonza y el clima de este partido
Gonzalo tenía tres finales jugadas hasta este partido, dos ganadas y una perdida. (ahora quedó 2 a 2). Cuando perdieron en el Mundial del 2011 con Francia, contra Nueva Zelanda por 7 a 6, el referee tenía tanta presión que no se animaba a cobrar ni un penal en contra. Si ganaba Francia nos teníamos que ir nadando. No íbamos a poder salir. Nueva Zelanda tiene un buen espíritu de rugby, y el clima en la cancha se sabía que sería favorable a ellos, aunque no hostil.
El crecimiento del rugby argentino en los últimos años y sus vivencias del pasado
Con respecto al crecimiento del rugby argentino te puedo contar que yo acompañé a mi hijo desde 1996 a 1999. Y los padres éramos prácticamente los utileros. En Gales cuando llegó el camión con la utilería no había quién baje las cosas, ayudábamos nosotros. Ellos fueron a jugar por el pebete y la coca. Habían renunciado los entrenadores, el entrenador que fue (Alex Wyllie) no hablaba castellano y el 70% del equipo no lo entendía. Y Lucho Gradín, que estaba como presidente de la delegación le dijo a Gonzalo Beccar Varela –que estaba como yo, acompañando- si podía dar una mano. Era un papelón. Y el compromiso fue de los jugadores, en el entretiempo del partido que perdían con Samoa entraron al vestuario y le dijeron al entrenador que los dejara solos. Ellos se hablaron y se dijeron de todo: "los que estamos dando la cara somos nosotros, los que nos quemamos somos nosotros. Demos vuelta esto". "Y en el segundo tiempo le metieron 29 puntos y Gonzalo fue el goleador de un equipo que fue otro con respecto al de la primera etapa. Después le ganaron a Japón y a Irlanda. Fue un quinto puesto muy meritorio, porque fueron sin entrenador y con una muy mala preparación".
El Súper Rugby, un torneo de elite mundial
"Si jugás en esta liga es como ir a pelear con Tyson. Si no te preparás bien, Tyson te va a arrancar la cabeza. O preparás bien a tus jugadores o no competís. Si competís los tenés que preparar a full. Esa es tu responsabilidad. Esto es lo que pasó: eligieron competir y se prepararon para eso. Hay un proceso que empezó con el Pladar y siguió con las Academias, y el rugby de alta competencia es como el tenis, el polo, el fútbol o el básquet, si querés llegar a estar entre los mejores tenés que prepararte para eso, como lo hizo Jaguares".
"Bebé" Quesada se fue satisfecho de la cancha a pesar del resultado. El papá del entrenador que en su primera experiencia consiguió un subcampeonato en el Súper Rugby y quedó en la historia grande del rugby argentino seguía más que orgulloso. Ese segundo puesto que llegó de la mano de su hijo Gonzalo, del staff y de sus dirigidos; quienes con sacrificio, esfuerzo y la dedicación que él le marcó desde pequeño sintió que la misión estaba cumplida.
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