Paul Pogba estaba sentado y se paró. A pocos metros estaba el técnico Didier Deschamps. De espalda a la cámara se cambiaban Kylian Mbappé y Blaise Matuidi. Pogba hacía ademanes, gritaba, se golpeaba la mano, dirigía su mirada hacia afuera y hasta los señalaba, como si estuviera hablando de otros. Habló y gritó durante cuarenta segundos. Terminó con un golpe en la mesa. Había ejercido su liderazgo en un equipo que estaba por jugar los octavos final de una Copa del Mundo.
Francia jugaba contra la Argentina en uno de los partidos más destacados del Mundial de Rusia 2018. El que ganaba, seguía. El que perdía, volvía a casa. Pogba, en el vestuario, se encargó de estimular al plantel. Un documental de la televisión francesa encontró retazos de aquel 30 de junio. La arenga despliega frases estridentes.
El talentoso volante francés empieza diciendo que quiere ver guerreros en la cancha y que no quiere volver a Francia. "Quiero festejar esta noche", vociferó. A medida que fue desarrollando la arenga, crecía el fervor y el entusiasmo. "Hoy a la noche vamos a matar a esos argentinos. No me importa que sea Messi o cualquiera. Me los paso por las pelotas", gritó mientras señalaba hacia el vestuario del rival.
El discurso no reservó las formas. Estuvo cargado de improperios y de declaraciones que se explican y se entienden dentro de la intimidad de un vestuario. La declaración de "vamos a matar a esos argentinos" causó revuelo en el mundo futbolístico y se hizo eco en varios medios de todo el mundo.
Seguí leyendo:
Juventus podría repatriar a Paul Pogba para acompañar a Cristiano Ronaldo
La historia de amor detrás de la foto de Paul Pogba en plena celebración del Mundial de Rusia 2018