El boletín de la Selección en su caída ante Francia: un equipo que no estuvo a la altura de los octavos de final

Argentina se mantuvo en partido e incluso se puso en ventaja más por arrestos individuales que por un perfil colectivo. La entrega, lo más destacado

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La desazón del plantel, consumada
La desazón del plantel, consumada la eliminación de Argentina (Foto: REUTERS)

Argentina no pudo ante Francia en el estadio de Rubin Kazan y quedó eliminada en los octavos de final de la Copa del Mundo. Les Bleus impusieron su potencia física y revirtieron el partido, que la Selección ganaba 2-1 en el inicio de la segunda parte. El conjunto dirigido por Jorge Sampaoli resultó inferior a lo mostrado por los galos y se mantuvo en partido gracias a las individualidades pero, en el largo aliento, se quedó corto.

Franco Armani (4): No exhibió la versión que descolla en River o la firmeza del encuentro ante Nigeria. Floja resistencia ante Mbappé en el 2-3. Y casi comete un blooper junto a Fazio que casi se convierte en el quinto tanto francés.

Gabriel Mercado (5): Empujó, anotó el 2-2 y, como es habitual, dejó la piel. Pero se cerró y permitió el centro de Lucas Hernández en el gol que le dio la ventaja a Francia.

Nicolás Otamendi (4): Argentina padeció la velocidad del ataque galo y Otamendi no fue la excepción. Buscó conducir desde el fondo cuando la Selección no encontró respuestas desde la generación de juego.

Marcos Rojo (3): El héroe del partido contra Nigeria fue el peor de la defensa frente a Francia. Le cometió el penal a Mbappé en la apertura del marcador y sufrió cada vez que tuvo que salir del área. Fue reemplazado en el entretiempo.

Nicolás Tagliafico (4): Quedó en la foto de la derrota por la pifia en el gol de Pavard. Otro que le costó cuando se encontró a Francia lanzado vertiginosamente en ofensiva. Fue amonestado.

Enzo Pérez (4): Tras dos buenas presentaciones contra Croacia y Nigeria, frente a Francia defeccionó. Lo perjudicó un equipo sin un 9 clásico, porque terminó siendo uno de los señalados para pisar el área. En consecuencia, no se sintió cómodo ni halló a Messi para la descarga.

El momento de la pelea
El momento de la pelea sobre el final, prueba de la desesperación de Argentina (Foto: REUTERS)

Javier Mascherano (5): Como siempre, desde el esfuerzo, entregó todo. Pero volvió a estar errático en los pases, más allá de que asumió funciones de armado que no le corresponden. Y se notó la diferencia física con el tranco de "Les Bleus".

Ever Banega (4): Partido con altibajos. Pierde la pelota que termina en el penal del 0-1, pero limpia el juego para el remate de Di María para el 1-1. Se hizo cargo de la pelota en los momentos difíciles, pero el equipo nuevamente mostró dificultades para provocar riesgo.

Cristian Pavón (4): No se achicó ante la oportunidad y desequilibró, aunque no encontró el final correcto en la mayoría de las jugadas. No se vio beneficiado ante la decisión de no incluir un 9.

Lionel Messi (4): Arrancó enchufado, pero por momentos le costó hallar una salida al marcaje estricto que propuso Deschamps a su alrededos. Kanté o Matuidi siempre le estuvieron encima. En los hechos, nunca fue falso 9; en la primera etapa se volcó más a la derecha, en la segunda parte actuó más suelto. Asistió a Agüero en el 3-4.

Ángel Di María (5): El espectacular zurdazo para el 1-1 fue su acción estelar en el partido. Desde el esfuerzo, nada para reprocharle. Sí le faltó claridad para optar cuándo desbordar, cuándo tocar y cuándo buscar el centro.

Federico Fazio (4): Entró para solidificar la defensa tras el mal primer tiempo de Marcos Rojo y no lo logró. Un blooper suyo compartido con Armani casi le vuelve a abrir el arco a Francia.

Sergio Agüero (5): Entró faltando 25 minutos y puso la cabeza para el descuento que le dio la última ilusión a Argentina.

Maximiliano Meza: Ingresó a falta de 15 minutos y no logró imponer su gambeta y velocidad.

Jorge Sampaoli (2): La falencia del falso 9 se advirtió desde el comienzo. Si la Argentina se mantuvo en partido fue más por el valor individual que por un trabajo colectivo. Los cambios tampoco le dieron nueva vida a la Selección.

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