Brest es un puerto al norte de Francia, ubicado a casi 600 kilómetros de París. Jorge Nicolás Higuaín, aquel aguerrido defensor que supo vestir las camisetas de Boca, San Lorenzo y River, jugaba en el Stade Brestois, el equipo de la ciudad de alrededor de 140.000 habitantes, cuando nació su hijo Gonzalo, el 10 de diciembre de 1987.
Apenas una circunstancia, que terminó generando una controversia de proporciones cuando su talento como futbolista se reveló, su nombre llegó a las portadas de los diarios y se vio forzado, literalmente, a decidir por qué selección jugar, si la que indicaba el pasaporte o la que marcaba el corazón.
El resultado es conocido: Gonzalo Higuaín eligió a la Argentina y mañana jugará justamente contra Francia por los octavos de final del Mundial. Pero el camino hacia la determinación resultó tortuoso. Porque se puede afirmar que el Pipita se desayunó una jornada de noviembre de 2006, cuando tenía apenas 19 años, de que era jugador del seleccionado francés.
¿Cómo es eso? El excéntrico entrenador Raymond Domenech (subcampeón del mundo en Alemania 2006), aquel que citaba a sus futbolistas consultando la astrología, lo convocó para un amistoso entre Francia y Grecia pautado para el 15 de noviembre de dicho año. En aquel entonces, Higuaín todavía jugaba en River y se estaba cerrando su pase al Real Madrid en 18 millones de dólares.
Pero el punta no se presentó. La apuesta de Domenech era "asegurarse" al Pipita como francés, dado que en 2007 se disputaban el Sudamericano y el Mundial Sub 20 e Higuaín era uno de los nombres que circulaban para integrar la lista de Hugo Tocalli, entonces entrenador de los juveniles argentinos.
Encima, el 7 de febrero de 2007, el calendario marcaba con resaltador un duelo llameante: amistoso entre Francia-Argentina, en el Stade France. Una encrucijada muy compleja para un joven de 19 años.
Y Raymond explotó. Señaló que la ausencia de Higuaín en los entrenamientos de Les Bleus representaba "una falta de respeto". "Estoy sorprendido con su 'no decisión'. Prefiere, por el momento, no jugar por Francia. Como cualquier jugador francés debe responder cuando se le convoca, sea cual sea su club y su pasado", criticó con dureza.
"No se lo puede llevar a jugar con la camiseta de Francia a los empujones", reclamó Jorge Nicolás, con la fiereza de sus épocas de defensor, ante la verborragia del orientador galo.
Sin embargo, a pesar de esa desinteligencia que lo dejó expuesto y en la que se fue de boca, Domenech, testarudo, volvió a la carga en enero de 2007, ya con intenciones de contar al Pipita para el amistoso contra Argentina.
En ese segundo impulso, Higuaín ya era futbolista del Real Madrid. Y el entrenador debió reunirse con Gonzalo, su papá Jorge y Fabio Capello, entrenador merengue, para buscar abrir o cerrar la puerta. La encontró con cadena y candado.
"Me ha anunciado claramente y de forma oficial que ha elegido la nacionalidad argentina y que su padre efectuó los trámites para que obtenga la nacionalidad argentina", dio a conocer a la prensa Domenech.
"Me dijo que él es argentino, que toda su familia y sus amigos están allí, que siempre ha vivido allí y que no se siente francés", completó lo estrictamente informativo. Es que, por su personalidad, Domenech no podía permitirse cerrar el caso sin alguna declaración con tintes polémicos.
"Su padre utilizó su nacionalidad y la puso sobre la mesa para firmar por el Real Madrid", acusó. ¿Qué sugirió con eso? Que el hecho de ser ciudadano francés le permitió firmar con el Madrid sin ocupar plaza de extracomunitario.
Hubo más. "Él no ha utilizado a la selección de Francia, ha utilizado su nacionalidad para hacer saber que era seleccionable. Pero es cierto que el hecho de haberlo seleccionado garantizó su promoción", concluyó el DT, no sin antes advertir: "No me voy a pelear con él". Menos mal…
Finalmente, como recién había llegado al Madrid, no concurrió al Sudamericano Sub 20 de Paraguay, en el que Argentina fue subcampeón sin la mayoría de sus figuras, como Sergio Agüero, Mauro Zárate o el propio Higuaín. Tampoco concurrió al Mundial de Canadá, la última estrella mundialista de la Selección en Juveniles.
"Desde el primer minuto en el que me preguntaron para qué selección quería jugar, no tuve ninguna duda. Haber nacido en Francia fue algo circunstancial, más allá de que le estoy agradecido al país, declaró tiempo después en La Garganta Poderosa.
El 10 de octubre de 2009, en ocasión del partido por Eliminatorias entre Argentina y Perú, en el estadio Monumental que lo vio transformarse en figura con la camiseta de River, Gonzalo Higuaín debutó en la Selección. Anotó el 1-0 de aquella tarde épica del 2-1 de Martín Palermo bajo una tormenta bíblica, con Maradona como entrenador, que dejó al equipo en el umbral de Sudáfrica 2010.
Contra Francia, Higuaín volverá a desafiar el destino. Porque nació en Brest. Pero defiende los colores de su identidad.