Francia es uno de los candidatos al título. Sin mostrar su mejor versión, Le Bleu consiguió la clasificación a los octavos de final adjudicándose la cima del Grupo C. Un triunfo por 2 a 1 ante Australia, una victoria por la mínima frente a Perú y un polémico empate sin goles contra Dinamarca conformaron la soberbia producción de un equipo que todavía no apareció en su esplendor.
La base del conjunto europeo se ampara en la solidez defensiva y la notable jerarquía individual de sus figuras en ataque. La experiencia de Lloris, la dupla central compuesta por estrellas del Real Madrid y Barcelona (Umtiti y Varane) y la constante proyección de los laterales Lucas Hernández y Pavard conforman los ingredientes que combinan seguridad y sorpresa, porque la vía aérea también aparece como herramienta para lastimar a sus rivales.
En la mitad de la cancha Paul Pogba es el encargado de la distribución. La claridad del volante del Manchester United consiste en la creación de las acciones ofensivas. El equilibrio de Matuidi, los relevos de Kanté y la calidad de Mbappé colaboran para abastecer a delanteros de la jerarquía de Grizmann y Giroud.
Tanto en el compromiso contra el combinado incaico como en la igualdad ante los escandinavos, el técnico diseñó un 4-2-3-1, mientras que en el debut ante los de Oceanía, el estratega apostó por un 4-3-3 más audaz.
Otra muestra de la clase del seleccionado francés se remite al presente que atraviesa cada uno de sus intérpretes en las potencias de Europa. El arquero del Tottenham, la línea de 4 del fondo la componen tres defensores de la Liga de España (Real Madrid, Barcelona y Atlético Madrid) y el restante en el Stuttgart de Alemania (Pavard).
N'Golo Kanté en el Chelsea, Pogba en el Manchester United, Blaise Matuidi en la Juventus y Corentin Tolisso en el Bayern Múnich continúan con la hipótesis que confirman el Colchonero Griezmann, Olivier Giroud (Chelsea) y Mbappé (PSG). Además, como alternativa cuenta con la velocidad de Ousmane Dembele, quien se desempeña en el Barcelona y Steven N'Zonzi del Sevilla.
Sin dudas, el plan para silenciar a La Marsellesa deberá trabajarse entre jugadores y cuerpo técnico. El conocimiento que tiene Lionel Messi de sus compañeros en Cataluña puede ser un aporte fundamental para la estructura que se presente el sábado 30 en Kazán. En el mano a mano, Francia parece superior, pero la inyección anímica que representó el triunfo albiceleste contra Nigeria puede ser un impulso para dar el golpe y llegar a los cuartos de final.
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