Las primeras imágenes del video difundido por la cuenta oficial de la AFA tenían a Javier Mascherano y a Jorge Sampaoli. Dura más de dos minutos y expone circunstancias de la última práctica antes del partido contra Nigeria. Abre, inocente o no, con el jugador hablando y el técnico escuchando. Como una interpretación literal, contrastable con la naturaleza del seleccionado argentino. Develó el doble comando, la imposición del criterio de los futbolistas y la cesión de poder de parte del entrenador.
Mascherano, uno de los protagonistas de esa imagen figurativa, publicó en sus redes sociales la misma foto, acompañada de un texto dirigido a las teorías, las suspicacias y los trascendidos. Cierra el pronunciamiento con un hashtag que grita "Vamos Argentina" y en esa línea declara: "Cuando hablamos es para imponer y si no lo hacemos es porque estamos peleados y no nos importa nada. Solamente me gustaría decir que cuando el objetivo y la camiseta que representamos es más grande que cualquier tipo de interpretación que se pueda hacer, vamos todos juntos unidos por ese fin. Ojalá mañana no seamos solo los 23 que estamos acá, o los más de 90 personas que conforman la delegación Argentina en Rusia, ojalá seamos los 40 millones de argentinos pateando todos hacia el mismo arco". Los comentarios que se acumulan por debajo de la publicación coinciden en el espíritu de la carta: predominan las muestras de apoyo y aliento.
Con esta nueva sentencia, Mascherano mediatiza su liderazgo en el plantel. Lo hace público. Puertas adentro, es vocero de un grupo de jugadores desilusionados y disgustados con los métodos del técnico a cargo, con su falta de carácter, con sus conceptos abstractos, con sus planteos tácticos y con sus vacilaciones en la elección de jugadores y puestos.
La derrota con Croacia fue humillante. Reforzó el malestar y destapó las grietas de una relación destruida y solo protocolar. Mascherano le sacó el lugar a Giovani Lo Celso en la conferencia de prensa del domingo, cuando en la nómina oficial de la FIFA estaba designado al volante del PSG junto a Lucas Biglia. El líder del plantel se encargó de presentar la opinión de un plantel en respuesta al ruido que generó la goleada croata.
Mascherano habló de todo y mostró la cara en una situación que lo señala. "Nos reunimos para decirnos las cosas y para que este equipo vuelva a levantarse", dijo. "En una reunión como la que tuvimos se habla de todo. Sabemos que acá si la cosa va bien nos beneficiamos todos y si va mal nos perjudicamos todos. No queremos que el Mundial termine para nosotros el martes y por eso cada uno desde su lugar da su opinión y trata de aportar algo que pueda ayudar al grupo", declaró.
Y comparó: "Hay mucho de mito en esto. Los mejores entrenadores del mundo también le piden la opinión al jugador porque es el que termina tomando las decisiones dentro del campo de juego y cuando eso pasa está claro que el entrenador te da las herramientas que él cree pero al final uno toma las decisiones dentro de la cacha y para eso tenes que estar cómodo porque si no, no tomas buenas decisiones".
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