Ni el más pesimista de los hinchas se hubiera imaginado este presente de la Selección. El angustiante empate frente a Islandia y la humillante goleada contra Croacia pusieron al equipo de Jorge Sampaoli al borde de la eliminación. Sin embargo, el triunfo de Nigeria sobre el combinado vikingo le dio una vida más a la Albiceleste.
Lejos de involucrarse en el caos generalizado que abunda alrededor del búnker de la delegación sudamericana y de los constantes rumores que contribuyen a fomentar la incertidumbre sobre la actualidad del conjunto argentino, Santiago Reale se subió a su bicicleta y atravesó 12 países pedaleando para llegar a San Petersburgo y apoyar al combinado celeste y blanco.
Su historia es llamativa, porque además del sacrificio que demanda su aventura, el improvisado ciclista dijo que nunca había pedaleado en su vida. Activo, entusiasta y emprendedor, el fanático optó por salir de la rutina para vivir su vida de una manera diferente.
Santiago Reale trabajaba en una agencia marítima en Buenos Aires. Un día renunció y se fue a probar suerte a Nueva Zelanda. Cosechó kiwis, manzanas, cerezas y uvas. Fue ayudante de cocina, panadero y fotógrafo. Un multifuncional en busca de un objetivo concreto.
"Después de trabajar y ahorrar en los viñedos, me fui a recorrer Asia y Europa. Luego de un paso breve por Argentina, viajé a Barcelona. Nunca había pedaleado en mi vida, pero decidí subirme a una bici y acompañar a la Albiceleste", explicó desde Rusia.
Con una capacitación improvisada a través de la observación de videos en YouTube, preparó su bicicleta para el viaje, una Scott Aspect 760 que llamó "La Capitana", y a sus 37 años arrancó su travesía: en tres meses recorrió 4 mil kilómetros y 12 países. España, Francia, Suiza, Alemania, Austria, República Checa, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Finlandia y Rusia marcaron su extenso camino.
Con la intención de divulgar la cultura criolla, Reale aseguró que el mate fue siempre su "compañero en el desarraigo, porque eso no se abandona". "Me pasaron muchísimas cosas para conseguir yerba. Austríacos, alemanes, uruguayos y hasta la Embajada de Argentina en Suiza me dieron una mano para que no me faltara el mate", explicó.
Confiado en la clasificación a los octavos de final, el fanático de la bicicleta espera ansioso el duelo frente a Nigeria para seguir con su aventura hacia los octavos de final del torneo más codiciado del planeta.
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