En medio de un clima denso, segundo día de visitas para el plantel argentino

Ellos son el motor, la contención que los jugadores de la Selección necesitan para al menos sentirse arropados sentimentalmente durante este Mundial en el que Argentina comenzó a los tumbos. La gran mayoría de los futbolistas tienen, en Moscú o aquí en Bronnitsy, el pueblito de 20.000 habitantes donde están concentrados, algún familiar o amigo en quien apoyarse en este preocupante comienzo de Rusia 2018.

En medio de un clima denso en la concentración, hoy fue el segundo día de visitas para ellos, después de haberlas recibido el domingo pasado para el día del Padre. A tres días del decisivo partido del martes ante Nigeria, en San Petersburgo, tuvieron la oportunidad de estar nuevamente cerca de sus seres queridos durante cuatro horas, entre las 16 y las 20 de aquí, las 10 y las 14 de Argentina.

Al igual que hoy, Lionel Messi pasará mañana su cumpleaños 31 sin su familia, porque sus padres, Jorge y Celia, hasta ahora vinieron para los partidos ante Islandia y Croacia y luego regresaron a Barcelona, y porque su mujer, Antonella Rocuzzo, tiene pasajes reservados junto a los tres hijos de la pareja (Thiago, de cinco años; Mateo, de dos; y Ciro, de cuatro meses) para estar en el partido de octavos de final si es que el equipo le gana a los nigerianos y se clasifica. En ese caso, la mujer y los hijos del hasta ahora apagado capitán de la Selección estarán en el estadio de Kazán el sábado a las 11 de Argentina, las 17 de aquí.

En una práctica que supieron fomentar ex futbolistas como Diego Maradona y Carlos Tevez, Sergio Agüero invitó a un grupo de amigos para que puedan disfrutar de la experiencia mundialista, de las bondades de Moscú como ciudad y también para sentirse más acompañado. Familiares del Kun también viajaron desde Buenos Aires y por eso el delantero pudo ver a Benjamín, el hijo que tuvo con Gianinna Maradona, de quien está separado.

Franco Armani, el arquero de River, tiene cerquita a varios de sus familiares más cercanos, empezando por su mujer, la modelo colombiana Daniela Rendón, con quien posteó fotos en el complejo Bronnitsy Training Center la semana pasada.

Gonzalo Higuaín, que fue papá de Alma tres semanas antes del comienzo del Mundial, no puede ver ni a su beba ni a su pareja, Lara Weschler. A falta de ellas, aquí están su hermano Nicolás y Rorro, un amigo argentino de cuando jugaba en River.

Hasta el propio Jorge Sampaoli, el hoy cuestionado técnico de la Selección, está rodeado por el amor de Alejandro, el hijo que se tatuó su rostro en la pierna izquierda con una bandera argentina, y por su hermano varón. Sampaoli les hizo comentarios elogiosos a ambos del juego de Bélgica, acaso el equipo que mejor fútbol desplegó hasta ahora en este Mundial.

En el predio donde está concentrada la Selección hay una suerte de enorme salón de juegos y ese por lo general es el lugar elegido para que los jugadores sientan de cerca el cariño de sus afectos. Allí estuvieron jugando los hijos de varios de los futbolistas mientras sus padres compartían mates y las mujeres intentaban apuntalar el ánimo de sus parejas de cara al choque del martes

A falta de sus familiares más directos, quienes se quedaron en San Lorenzo, su pago chico de la provincia de Santa Fe, Javier Mascherano pasó buena parte de la tarde con Messi y vieron juntos la victoria por 2 a 1 de México ante Corea del Sur.

Angel Di María, Gabriel Mercado, Cristian Pavón, Marcos Acuña y Wilfredo Caballero fueron algunos de los que estuvieron con sus familiares más cercanos.

En medio de esa atmósfera desaconsejable que rodea a la Selección, al menos los jugadores pudieron oxigenarse un poco. Hubo abrazos afectuosos y también los hubo sentidos, como los que recibió el atribulado Caballero de su mujer. Willy quedó muy golpeado por el error que cometió en la jugada que derivó en el primer gol de Croacia en el 0-3 del jueves en Nizhny Novgorod. También hubo deseos de suerte para todos para el martes. Si Argentina no mejora su nivel de juego, la van a necesitar. Y mucho.

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