El inglés David Beckham afirmó en una visita a China que ve a su selección clasificándose para la final del Mundial de Rusia, donde cree que el rival será la Argentina de Lionel Messi.
A pesar de los resultados que cosechó el equipo de Jorge Sampaoli, el histórico jugador del Manchester United y Real Madrid dio a la Albiceleste como candidata a llegar al partido decisivo.
Los británicos, que lograron de local su único título en 1966, acostumbran a acumular grandes decepciones en los torneos internacionales más importantes de las últimas décadas. Para ellos no alcanza con llegar a los cuartos de final, como ocurrió en el Mundial del 2006, cuando Beckham era capitán.
"Creo que Argentina se enfrentará a Inglaterra en la final", vaticinó la ex estrella en un evento promocional organizado en Pekín, en beneficio de la principal liga universitaria china. "Apostaría, por supuesto, que Inglaterra ganará la competición, pero es porque soy parcial, tengo pasión por mi país", agregó.
El Space Boy, que participó en tres mundiales, puntualizó que la misión no es nada sencilla para los hombres de Gareth Southgate, que comenzaron en el torneo con una victoria trabajada sobre Túnez (2-1).
"Estoy muy feliz por haber ganado el primer partido", confesó en una rueda de prensa. "Inglaterra es un equipo muy joven, que no tiene todavía mucha experiencia, y el resto del Mundial será cada vez más duro porque hay muchos buenos equipos", analizó.
Varios gigantes del fútbol tuvieron en Rusia un arranque complicado, especialmente Alemania, defensora del título y derrotada 1-0 por México en su primer partido. Argentina tampoco tuvo el inicio soñado, con un empate 1-1 ante la debutante Islandia, en un partido en el que Messi falló un penal y la humillante goleada adversa frente a Croacia.
Como el británico se viajó a China por un compromiso comercial, también se refirió al seleccionado que se clasificó únicamente a la Copa del Mundo en 2002, cuando los organizadores fueron Corea del Sur y Japón.
Según Beckham, el país asiático "está progresando en su ambición de convertirse en una gran nación futbolística". "Esta nación tiene opciones reales de convertirse en un gran nombre del fútbol, pero para eso hacen falta inversiones y mucho trabajo", advirtió, apuntando que cree que China "va en la buena dirección" para conseguir ese objetivo.
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