La derrota de la Selección hundió a los hinchas argentinos en un clima de preocupación, no sólo por lo que dictan las matemáticas. El rendimiento del conjunto que dirige Jorge Sampaoli resultó preocupante de cara a lo que viene, más allá de que debe esperar el resultado de Islandia-Nigeria para afrontar el duelo ante las Águilas Verdes con un semblante totalmente diferente al exhibido en el 0-3 ante Croacia en Nizhni Novgorod.
Wilfredo Caballero (1): protagonizó el blooper más grueso del Mundial, con el que Croacia abrió el marcador. Si su fuerte es el juego con los pies, entonces se mostró inseguro incluso en varias acciones anteriores al tanto de Rebic. Como acierto, sólo la tapada a Perisic.
Gabriel Mercado (2): abusó del juego brusco, no mostró solidez, y, si bien no fue su culpa el 0-1, le entregó un compromiso a Wilfredo Caballero en el tanto de Rebic.
Nicolás Otamendi (3): lo mejorcito de la defensa hasta que se abrió el partido; luego, en el desconcierto del resto de sus compañeros.
Nicolás Tagliafico (3): padeció cuando atacaron las espaldas de Marcos Acuña y quedó mano a mano. Un par de cesiones peligrosas a Caballero. Intentó ser salida y combinarse con Acuña.
Eduardo Salvio (4): voluntarioso, sacrificado, pero no pesó en ataque y fue superado varias veces en el retroceso.
Javier Mascherano (4): mejor en el inicio, cuando Argentina se propuso presionar más alto. Luego, entró en la confusión general del equipo. Condujo más de lo razonable y no siempre con precisión. Al menos, exhibió vergüenza deportiva.
Enzo Pérez (5): dentro del panorama sombrío, uno de los de rendimiento más regular. Interesante primer tiempo por ubicación y fluidez en los pases, más allá de que falló la oportunidad más clara de Argentina en el encuentro. En la segunda parte, se fundió y la Selección lo sintió.
Marcos Acuña (5): sin mostrar el nivel que tuvo en Racing, se destacó sobre el resto por no renunciar a la búsqueda, a pesar de que le costó asociarse y varias de sus incursiones terminaron en centros infructuosos.
Maximiliano Meza (4): desordenado, muchas veces inconexo, incómodo al no encontrar una posición clara. Tuvo una oportunidad concreta en la segunda parte, pero se la atajó el arquero Subasic.
Lionel Messi (2): desconocido. Hasta el 0-1, víctima de un esquema que no lo aprovechó jamás, dado que tenía orden de no bajar a buscar la pelota para armar juego. Frustrado, luego intentó enlazar; hasta retrocedió hasta el propio campo para conducir, pero no desequilibró. Casi no pateó al arco, un hecho que ilustra un encuentro para el olvido.
Sergio Agüero (4): más movedizo en la primera mitad de la etapa inicial, aunque sin posibilidades claras de shotear. Luego pasó 20 minutos sin tocar la pelota, literalmente. Fue reemplazado por Higuaín.
Gonzalo Higuaín (4): entró en el momento de más confusión de Argentina. Intentó buscar los espacios, hallar su chance, pero no lo logró.
Cristian Pavón (3): el jugador al que pedían los hinchas entró con la Selección siendo derrotada y no pudo revertir la tendencia. Empecinado en la individual, no desequilibró.
Paulo Dybala (4): un remate al arco pisando el área como su mejor acción (se fue por encima del travesaño). Después, no pesó.
Jorge Sampaoli (1): se la jugó por Caballero por "el juego con los pies" y falló estrepitosamente. El esquema no favoreció a Messi, como había planificado. Los cambios desequilibraron todavía más al equipo. Y no se tradujeron en generación de riesgo.