Fue el peor final para uno de los máximos ídolos de la Selección. El héroe de México ´86 vivió el partido de Argentina y Croacia con intensidad, pero el desenlace no fue el esperado.
Los goles de Rebic, Modric y Rakitic fomentaron el llanto de Pelusa en las tribunas, una escena que se repitió en varios hinchas que no imaginaban un golpe tan duro
En la previa, Maradona le había dedicado un especial mensaje de aliento a Lionel Messi y les pidió a los compañeros que lo "ayuden y se le muevan" para darle más opciones en ataque.
Sosteniendo la camiseta de la Selección con la 10 y el nombre del crack argentino, subrayó: "Le quería decir a este señor que es el mejor del mundo y al Kun que se le mueva mucho . Nadie se le mueve y hay que movérsele. Y si es necesario una puteada de Messi va a ser para el bien del equipo. Al mejor del mundo hay que bancarlo".
"Me muero por estar, lo que pasa es que el tiempo pasa para todos", afirmó el Diez en diálogo con el periodista Martín Arévalo, de TyC Sports.
"Acuérdense que tenemos al mejor del mundo, pero hay que bancarlo. Tienen que meter y trabar con la cabeza. Si quieren tatuarse la camiseta de Argentina tienen que ganar hoy", fue la arenga con el sello del capitán del seleccionado campeón del mundo en México 1986.
Luego, en el palco, desarrolló su ya habitual show: cantó las canciones de la Selección revoleando una camiseta e incluso publicó un posteo en Instagram: "No tengo tiempo para envidias. Hoy puede salir un nuevo sol, más brillante que nunca para nosotros. ¡Arriba Argentina!".
En la platea, los fanáticos le dieron la espalda al campo de juego para alentar junto a él. Aunque su último Mundial como protagonista haya sido el de Sudáfrica 2010, como entrenador, Maradona siempre está. Y juega.
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