El episodio, que recién vio la luz esta tarde, sucedió esta mañana, durante el entrenamiento de la Selección argentina en Bronnitsy, antes del viaje a Nizhni Novgorod, donde se medirá ante Croacia por la segunda fecha del Grupo D. Sorprendió y, transcurridas las horas, hasta generó sonrisas en la intimidad del plantel del combinado nacional.
Jorge Sampaoli y Sebastián Beccacece, su ayudante de campo, discutieron durante la práctica. El chispazo se dio por un trabajo planificado por Beccacece, que el director técnico principal decidió modificar. Allí, expusieron sus diferencias frente al grupo, que esperó desorientado por una definición.
Cuentan los testigos que uno de los futbolistas (señalan a Javier Mascherano) intervino para aquietar las aguas. Y a partir de su participación pudieron continuar con las tareas.
El joven Beccacece (37 años), que luego de compartir el cuerpo técnico con Sampaoli en el seleccionado trasandino tuvo su carrera como head coach en Universidad de Chile y Defensa y Justicia, regresó bajo su ala cuando el Zurdo de Casilda asumió en Argentina.
En los últimos meses, transcendieron distintas versiones de un distanciamiento entre ambos. Incluso se llegó a hablar de que Beccacece podía alejarse (Estudiantes y San Lorenzo se interesaron por él) o de que se podía enfocar en las selecciones juveniles. Nada de eso sucedió: hoy está en Rusia con la delegación.
No es el único colaborador de Sampaoli, aunque sí es el de su mayor confianza junto con Jorge Desio, su preparador físico. También hacen su aporte Nicolás Diez (pieza proveniente del equipo de Juveniles) y Lionel Scaloni, quien se desempeña como nexo con los futbolistas en el exterior y analista de los rivales.
"Cada uno tiene su línea", advierten desde el seno del plantel que en el equipo técnico existe un menú de miradas muchas veces diferentes. Un hecho que no es negativo, si al final el mensaje baja claro y homogéneo.
Pues bien, las divergencias entre el entrenador y su principal asistente terminaron en una discusión, que no pasó a mayores, pero que generó sorpresa en la plantilla por haberse dado frente a los jugadores que luego, ya en sus habitaciones o en charlas colectivas, evocaron el evento con sonrisas.
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