El hotel Alfa es un cuatro estrellas ubicado en el barrio de Izmailovo, en Moscú, a tres kilómetros y medio de la Plaza Roja, pero a solo 15 minutos de subte, partiendo desde la estación Partizanskaya, que se encuentra a 50 metros de la entrada.
Es el mejor de un complejo que, con más de 4 mil camas, contiene también a los hoteles Beta, Gama y Delta.
Construido para los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, cuando este país era la Unión Soviética, ahora es parte de los hoteles oficiales contratados por FIFA donde se alojan dirigentes de todos los países y muchísimos turistas que llegaron por intermedio de las agencias oficiales que vendían el paquete Mundial 2018.
Una noche, hoy, se paga 15.000 rublos, que al cambio actual da 6.500 pesos. En una fecha normal, se consigue habitación doble desde 54 dólares. Pero para el torneo, sacada con anterioridad, esa misma estaba 120 dólares.
Tiene sauna, bares, restaurantes y un night club con todos los servicios incluidos, previo pago, claro, en su cuarto piso.
Allí, en este complejo de amplias comodidades, se aloja la delegación de dirigentes argentinos del Ascenso, los que trajo la AFA, que agrupa a una treintena de hombres que tienen la suerte de estar en Rusia siguiendo a la Selección.
Sí, como en la época de Julio Grondona, como siempre, más dirigentes que jugadores. Porque podrán cambiar algunas cosas, pero nunca la gratitud por participar de un proyecto político que coronó con Chiqui Tapia, la presidencia del Ascenso Unido en la AFA.
Algunos, llama la atención, están con su familia. Pero ante la requisitoria, uno de los miembros de la delegación cuenta en off que la AFA solo pagó por cada representante del club, que los gastos de los acompañantes debían salir del bolsillo de quien los llevara.
Lo cierto es que se los ve como los nuevos reyes del fútbol: toman excursiones por Moscú, tienen un micro especial que los trasladó el día del debut al estadio y buenas ubicaciones para seguir a la Selección.
Eso sí, la AFA solo se hizo cargo del traslado y el alojamiento: los víveres para alimentar el cuerpo en esta aventura cosaca salen de sus propios bolsillos.
Por eso muchos terminan comprando en un supermercado tipo chino que tienen enfrente, que vende comidas hechas y pizzas que llevan a su habitación. Así no gastan a cuenta en los restaurantes del hotel. De hecho, el jueves para el partido en Nizhni contra Croacia viajan en tren, la opción más barata preexistente.
La agencia que trabaja con la AFA, como siempre, es Rotamund, de Alberto Petti, de quien se sospechó alguna vez aunque sin pruebas concretas que era algo más que sólo amigo de Julio Grondona. Rotamund es agente oficial FIFA en la Argentina junto a Tije y Mundoreps, las otras dos elegidas por Match Hospitality, la agencia global de los mexicanos Enrique y Jaime Byron que tiene los derechos oficiales para venta de tickets desde el Mundial 2010 hasta el 2026 incluido.
Match tuvo sus problemas en Brasil 2014, donde uno de sus ejecutivos, el británico Raymond Whelan, quedó preso acusado de liderar una red de reventa de entradas, aunque dos años después terminó absuelto. En ese torneo, la reventa de tickets de la AFA fue escandalosa. Para este Mundial se decía que todas iban a ser nominadas. Error: las que van a los clubes, solo llevan el nombre de Gerencia del Fútbol Argentino o de la liga que corresponde. Y eso permite un uso discrecional si se quisiera hacer. De hecho, en el sexto piso de la AFA se vendían tickets a piacere para conocidos y entenados, a precio oficial, que no eran nominados. El privilegio de pertenecer, como siempre.
El paquete que vende Rotamund, con alojamiento en el Alfa Hotel en Moscú, los traslados, las excursiones y otras noches en San Petesburgo, cotizaba a 10.000 dólares la fase inicial. Se descuenta que a un cliente VIP como la AFA todo le tiene que salir más barato.
Por los pasillos del Alfa circulan con una sonrisa de oreja a oreja Diego Turnes, ex vicepresidente de River en la época de Daniel Passarella, y con ese mismo cargo ahora en Barracas Central, y Daniel Pagano, también del club del presidente de AFA. También se los ve a sus anchas a Fabián Lovato, ex directivo de San Telmo, histórico del armado de Chiqui y trabajador del Ceamse, como el presidente de AFA; David Larrosa, de Atlas, Dante Majori, de Yupanqui, Daniel Ferreiro, ex Nueva Chicago, Marcelo Achille, de Defensores de Belgrano, Martín Camarero de Brown de Adrogué, César Sosa de Argentino de Quilmes, Gabriel Fernández de Deportivo Español e históricos como Héctor López de Chacarita, entre tantos otros, ya que también se cuentan dirigentes de Deportivo Paraguayo, Estudiantes de Buenos Aires, Justo José de Urquiza y Platense, por ejemplo. López aclaró: "La agencia de viajes y el lugar donde me hospedo fueron elección mía y obviamente me hago cargo de todos los costos". Sergio Ramos, ex titular del Torito, pasó a saludar el hotel, pero está alojado en otro.
Tan evidente es el reino del Ascenso, que los dirigentes de Primera División son minoría y se alojan en otro hotel.
El más destacado es Rodolfo D'Onofrio, el presidente de River, que llegó invitado por la FIFA de la que forma parte para la fiesta inaugural y decidió quedarse después con toda su familia en otro alojamiento corriendo con sus gastos.
Daniel Angelici, vicepresidente de AFA, en cambio, recién está arribando a Moscú el jueves 28 para seguir el torneo desde octavos de final, ojalá con la Argentina clasificada.
También estuvo invitado por FIFA para el inicio el presidente de Racing, Víctor Blanco, que por pedido de Tapia arribó al primer partido junto a la delegación oficial.
Del resto están el presidente de la Superliga, Mariano Elizondo, José Lemme, de Defensa y Justicia, Marcelo Martín, de Unión de Santa Fe, Mario Leito, de Atlético Tucumán, Cristian Malaspina, de Argentinos Juniors, y poco más.
Cada club de Primera tenía cuatro entradas a su cargo y, si no las usaban los dirigentes, como no eran personalizadas, las podían transferir. Lo que en el partido frente a Islandia quedó de manifiesto, ya que en ese sector se vieron hinchas con camisetas de muchos equipos argentinos que no integran ninguna comisión directiva.
La Superliga sí cotizó el viaje con tres empresas y terminó arreglando con Go Events Group, que ofreció a sus socios, pero salvo Lemme, el resto decidió viajar por su propia cuenta.
A esto hay que sumarle, además, los dirigentes que están con el plantel. En la delegación aparecen el presidente de la AFA, Claudio Tapia, el responsable del departamento de Selección, Jorge Miadosqui, dirigente de San Martín de San Juan, y Luciano Nakis, de Deportivo Armenio e hijo de Noray, el ex vicepresidente de Independiente que hoy está con prisión domiciliaria acusado de integrar una asociación ilícita junto a la barra del club.
También se vio al hombre que hace las veces de chofer y confidente del mandamás de AFA, pero no está alojado en el predio de Bronnitsy, donde está la Selección, una Selección que tiene menos jugadores que la cantidad de dirigentes que coparon Moscú, siguiendo una tradición tan peculiar como argentina.
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