La Selección debutó con un empate, pero la sensación que dejó el equipo fue la de una derrota. El decepcionante comienzo en Moscú y la victoria de Croacia contra Nigeria dejó un manto de preocupación en la delegación albiceleste. Con más dudas que certezas, Jorge Sampaoli deberá reaccionar para que el fracaso no se concrete en la primera fase.
No es habitual que un técnico modifique a su arquero, salvo que el titular tenga alguna molestia física. La lesión de Pumpido en 1990 le abrió las puertas de la gloria a Sergio Goycochea en Italia, y la maniobra de Louis Van Gaal en Brasil le permitió a Holanda llegar a las semifinales, cuando el ex DT del Barcelona sustituyó a Jasper Cillessen por Tim Krul en el momento previo de los penales ante Costa Rica.
Son simples antecedentes, pero después de la postura temerosa de Wilfredo Caballero, ¿no será la oportunidad de brindarle el arco a Franco Armani? La figura de River demostró estar a la altura en uno de los equipos más grandes de América y llegó a Rusia atravesando un presente extraordinario. Willy, en cambio, sufrió 5 de los 6 goles que le propinó España y su lugar en el Chelsea está ligado al banco de suplentes.
Con una aceptable actuación de los laterales (Salvio y Tagliafico) y una zaga central que no tuvo grandes exigencias, aunque se mostró vulnerable, las correcciones deberían fijarse en la salida limpia y mayor concentración. Sería injusto reclamar cambios de nombres en un bloque al que le llegaron poco.
En cambio, el doble cinco conformado por Lucas Biglia y Javier Mascherano fue una muestra del error conceptual del entrenador. Con jugadores de características similares, el ex Barcelona se mostró activo, dinámico, preciso y tiempista, mientras que el volante del Milan fue una de las piezas más flojas del combinado que se presentó en el estadio del Spartak.
La falta de ideas ofensivas se basó en las ausencias de Giovani Lo Celso y Paulo Dybala. La presencia de Maximiliano Meza no gravitó, aunque el volante de Independiente fue de menor a mayor; y la velocidad de Ángel Di María fue desperdiciada porque el atacante del PSG nunca logró conectar su juego con Lionel Messi.
Como Sampaoli también se equivocó con el cambios (demorado el ingreso de Higuaín y apostando por un Éver Banega muy falto de ritmo), el técnico de Casilda deberá recapacitar y confiar en Cristian Pavón, la esperanza de Boca que en los 15 minutos que jugó hizo más que el ex Real Madrid.
Con el lamento de no poder contar con figuras de la talla de Mauro Icardi, Lautaro Martínez o Ricardo Centurión, junto con la pésima preparación a base de trabajos tácticos, sin disputar partidos amistosos, la ilusión radica en la individualidad de Messi (aunque no haya tenido su partido soñado ante Islandia).
Sin desesperarse, la reacción debe llegar frente a Croacia, el actual líder de la zona que cuenta con intérpretes de jerarquía como Mandzukic, Modric, Rakitic y Perisic. Del mismo modo que España logró revertir su caída con Suiza en Sudáfrica ó Argentina modificó su destino después de la derrota con Camerún en 1990, el sueño y el deseo de llegar a las instancias decisivas se mantienen intactos. Sólo depende de las decisiones que tome el entrenador.
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