Horas antes del debut de la selección argentina en Moscú, los hinchas argentinos organizaron un banderazo donde no faltó el clásico himno en versión futbolera y cantitos que estrenarán frente a Islandia. Todo fue alegría y sentimiento, pero las autoridades locales y las que viajaron desde la Argentina controlaron el acto celeste y blanco que irrumpió en medio de la capital rusa.
El banderazo fue en la peatonal Nikolskaya, en los alrededores de la Plaza Roja, pero estuvo supervisado de cerca. Juan Manuel Lugones, secretario ejecutivo de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APREVIDE), estuvo desde media hora antes y dialogó para Infobae con Gustavo López.
El funcionario del gobierno de María Eugenia Vidal explicó que el trabajo de la delegación que viajó a Rusia es evitar problemas con las segundas líneas de los barras, aquellos que no son tan conocidos y que suelen aprovechar eventos como el banderazo para provocar disturbios.
Esta vez, en la calle Nikolskaya solo hubo cantitos, banderas y el "vamos, vamos, Argentina" que alentará en unas horas al equipo de Sampaoli.