El polaco Szymon Marciniak, de 36 años, por primera vez tiene el privilegio de ir a una Copa del Mundo. Y tendrá la responsabilidad de conducir el partido debut de la Selección argentina frente a Islandia, programado para el sábado 16 a las 10 en el estadio del Spartak de Moscú.
Se trata de un árbitro fortalecido por la UEFA, entidad que le fue dando partidos importantes paulatinamente en el Mundial Sub 20 de 2017, la Eurocopa 2016, y la Eurocopa Sub 21 de 2013 Champions League, la Europa League, entre otras competencias, dotándolo de una relativa experiencia.
Un árbitro de características más proclives al diálogo que a ser riguroso con las tarjetas. Cuenta en su registro con 350 partidos, 1.346 tarjetas amarillas y 97 rojas; 41 de ellas por doble amarillas, un promedio que nos ofrece su perfil en lo disciplinario.
En lo técnico no se lo considera de los mejores: es dubitativo con el juego brusco y en las áreas. Su rendimiento para el encuentro de Argentina–Islandia pasará por el juego que proponga el adversario; si elige no ser protagonista, y no arriesga, como se prevé, las características del juez no favorecerán al juego que propone Argentina.
Si la impronta es otra en lo lúdico, la participación de Marciniak pasará inadvertida.
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