Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol actúo con celeridad y determinación. Su experiencia como abogado y ex secretario de la Asociación de Futbolistas de España durante 8 años (una especie de secretario gremial) le dieron la suficiente gimnasia como para saber reaccionar en el tiempo oportuno.
Es por ello que tan pronto el Real Madrid anunció la contratación de Julen Lopetegui como director técnico, a cargo en ese instante de la Selección Española y a punto de debutar pasado mañana frente a Portugal, lo cesanteó sin más palabras que "estás fuera de la Selección española, de Rusia y del Mundial…"
Florentino Pérez, el poderoso presidente del exitoso Real no dudo en dar a conocer inoportunamente que las gestiones llevadas a cabo por José Ángel Sánchez, "factotum" del Madrid desde su cargo de Director General, habían llegado a un final de concreción satisfactoria bilateral y que por lo tanto Julen Lopetegui ya era el nuevo director técnico del Real Madrid.
De manera inexplicable y con dos años de contrato por delante Julen Lopetegui, hijo de un célebre "levantador de piedras" en el pueblo vasco Aseasu (Guipúzcoa), celebró un contrato con el Real Madrid mientras el plantel seleccionado bajo su liderazgo se aprestaba a jugar el esperado Mundial de Rusia.
Resulta difícil explicar que tal situación no se hubiere cobijado bajo el comprensible manto de la confidencialidad. Y más aún por qué razón el presidente del Madrid permitió y propició que tal información tomara estado público.
Se trata de un dirigente poderoso, pero antes que nada de un ilustre español. O sea alguien a quien supuestamente le alegraría la mejor ubicación posible del seleccionado de su país. A menos que alguien piense –tal como está ocurriendo ahora mismo en España – que para Florentino Pérez el fútbol de España es sólo el Madrid, tri campeón de la Champions y que lo demás se relega a un segundo plano.
Reconstruyamos: Madrid necesitaba un Director Técnico tras la sorpresiva renuncia de Zinedine Zidane. Los más famosos empresarios del mundo ofrecieron a sus "célebres" representados. Obviamente todos de primer nivel y provenientes de diferentes países. Ninguno conformó para tan importante vacante y para el difícil desafío que significa dirigir a un equipo que "en los últimos tres años ganó todo".
En tales circunstancias un allegado a Lopetegui le hizo saber a José Ángel Sánchez -el hombre que maneja operativamente al Madrid- que éste, a pesar de hallarse en Krasnodar, el lugar donde concentra España, estaría dispuesto a tal desafío una vez terminada la Copa del Mundo. Para ello el Madrid sabía que la cláusula de rescisión del contrato de Lopetegui implicaban dos millones de Euros.
Florentino Pérez dio el visto bueno y José Ángel Sánchez operó la inmediata contratación de Lopetegui, hecho que ayer terminó exitosamente para la "Casa Blanca" y caóticamente para la Selección.
Antes de saber que habría de aterrizar en el Madrid para dirigir al Real, las declaraciones de Lopetegui fueron muy laudatorias para Messi tanto en La Vanguardia cuanto en diferentes canales de televisión extranjeros. "Messi es el mejor de la historia", opinó Lopetegui sin imaginar que en poco tiempo más sería el técnico de Cristiano Ronaldo…
Nunca antes un director técnico resultó cesanteado a días de iniciarse la Copa del Mundo en el lugar de disputa.
¿Quien falló para que éste escándalo sin precedentes se produjera ?
1. Falló el Madrid –más precisamente su omnímodo presidente Florentino Pérez– al dar a conocer oficialmente una noticia que perjudicaba al equipo nacional de España, direccionando el interés de la noticia solo a los aficionados de su club.
2. Falló Julen Lopetegui por avanzar en las negociaciones con el Madrid descomprimiendo su grado de compromiso e involucramiento en el Mundial como único y primordial objetivo.
Hubiese resultado admisible la legítima aspiración de Lopetegui por llegar a ser el director técnico del Madrid si el módulo de gestión se hubiese amparado en un tiempo progresivo bajo la imperiosa condición de la confidencialidad y sin firmar nada. Se equivocó inexplicablemente el director técnico del seleccionado.
En cambio Luis Rubiales, quien ahora divide las opiniones de los aficionados españoles, actúo como corresponde a quien tiene responsabilidades institucionales. Se jugó haciendo prevalecer los intereses morales de su institución. Y lo hizo con rápida reacción al nombrar a Fernando Hierro -histórico capitán del Real y Secretario Técnico de la RFEF- quien en su primera aparición en conferencia de prensa se mostró sereno y seguro. Así procede un presidente y ahora se hará cargo del resultado final sin abdicar de un compromiso exento de todo interés económico o especulativo.
Si para el histórico Xavi Hernández –ex símbolo del Barcelona, hoy en Qatar- estuvo "muy bien tomada la decisión" y para Sergio Ramos, "Somos la Selección, representamos un escudo, unos colores, una afición, un país y la responsabilidad y el comportamiento es con vosotros… ayer, hoy y mañana, juntos, Vamos España…", este Mundial nos dejará algunas conclusiones interesantes.
La Selección Española de Fútbol nos permitirá saber cuánto hay del técnico y cuánto de los jugadores en el resultado final de una competencia.
Si Fernando Hierro alcanzare el éxito, ¿será de él o de los actores? Luego si fracasare, ¿habrá fracasado él o el trabajo anteriormente realizado por Julen Lopetegui? Y en ambas circunstancias, ¿cuánta pudo ser la responsabilidad de los jugadores?
Este episodio ha dejado otra lección. El Madrid puede comprar lo que quiera con el dinero que posee. El límite de ese poder son las acciones éticas de los hombres.
Una actitud ética como la de Luis Rubiales compensa la prepotencia del dinero de Florentino Pérez y la ciega ambición de Julen Lopetegui.
Sería bueno que a España le vaya bien .
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