Con hombres y mujeres de gestos tensos y mirada casi siempre dura. Los policías rusos están estratégicamente distribuidos en el Bronnitsy Training Center, el complejo VIP donde está concentrada Argentina en este pueblito de unos 20.000 habitantes, a 54 kilómetros de Moscú.
Las autoridades locales prefieren no dar precisiones sobre la cantidad de agentes que custodian al equipo argentino, pero fuentes de la Selección reconocen por lo bajo que son más de 100 los policías apostados dentro y fuera del predio. Incluso hay policías que se mueven en lanchas durante todo el día por la laguna que queda enfrente del complejo y donde suelen entrenarse deportistas rusos pues funciona como pista nacional de remo.
"La sensación es que este lugar está sitiado", dijo, vía WhatsApp desde la concentración, un integrante del plantel argentino a Infobae. Y agregó: "Estamos muy tranquilos. Nos sentimos muy cuidados. A algunos de nosotros, incluso, en los primeros días acá nos pidieron la credencial oficial del Mundial cuando nos veían caminar por el predio".
Severas como en todos los Mundiales, las medidas de seguridad en torno a Argentina se potenciaron por las amenazas que el grupo terrorista ISIS le realizó a Lionel Messi entre octubre del año pasado y el último mes de mayo.
"Estamos tranquilos porque este es un país muy seguro. Sabemos que nuestra Selección no tendrá ningún inconveniente con la seguridad y creemos que va a ser un Mundial tranquilo en ese sentido", dijo a Infobae el embajador argentino en Moscú, Ricardo Lagorio.
En efecto, para ingresar al complejo donde se tejen las esperanzas de Messi y compañía de darle a la Argentina su tercera Copa del Mundo, hay que superar dos vallados ubicados a unos 600 metros de la puerta de ingreso y luego pasar por un detector de metales, no sin antes permitir que la Policía revise los bolsos de cada persona que visita el lugar.
Cuando el equipo se entrena y la prensa está presente en el lugar, del lado de adentro del vallado hay una hilera de agentes de seguridad privada separados cada dos metros.
Fuera de ello, la Selección llegó acompañada -como es habitual- por sus habituales encargados de seguridad, comandados por Carlos Alberto Capuchetti, quien está al frente de un grupo de cuatro hombres.
A través de traductores, ellos se comunican con los policías locales para monitorear todos los movimientos concernientes a la seguridad del plantel.
Claudio Giglioni, periodista de LT3 de Rosario que cubre aquí el Mundial, dejó un bolso en el piso en un costado del complejo mientras trabajaba y, al regresar a buscarlo, se encontró con un grupo de policías y de perros anti explosivos rodeándolo. Según contó a Infobae, recibió fuertes retos de los policías locales, que se preocuparon al ver ese bolso sospechoso en el lugar.
El viernes, cuando el micro oficial que traslada a la Selección recorra los 54 kilómetros desde Bronnitsy hasta Moscú a la espera del debut del sábado ante Islandia, Argentina estará acompañada por un operativo con tintes cinematográficos, escoltada por patrulleros y motos de la Policía local.
Un escenario similar se vive en el Saturn Training Center, en Kratovo, en las afueras de Moscú, donde está concentrado el seleccionado portugués, cuya máxima figura, Cristiano Ronaldo, fue amenazado junto a Messi el mes pasado.
Fanáticos del grupo terrorista ISIS amenazaron entonces con decapitar a las dos máximas estrellas del fútbol mundial. Escalofriante, una imagen difundida en la red social Telegram por el ISIS muestra a los cracks del Barcelona y del Real Madrid sobre el campo de juego de un estadio repleto, con cuchillos -en manos de dos hombres- en sus cuellos. "El suelo estará cubierto por tu sangre", amenazaron en un póster donde se puede observar el logo del Mundial destrozado. No es el único mensaje aterrador. "La victoria será nuestra", dice otro.
Messi ya había sido apuntado en otras ocasiones. En marzo de este año, por caso, aparece de rodillas en un campo de juego. Y en octubre de 2017 se lo vio tendido en el suelo junto a Neymar.
"Más que preocuparse, de estas cosas hay que ocuparse", dijo una importante fuente de la AFA, consciente de que en abril pasado se produjo un ataque terrorista en San Petesburgo, la segunda ciudad rusa más importante luego de Moscú, que dejó catorce muertos y decenas de heridos. El atentado fue como represalia por los bombardeos de Rusia en Siria.
Al menos por lo que se observa aquí en Bronnitsy, la fuerte custodia que rodea a la Argentina parece estar a tono con el lema de las autoridades rusas acerca de que éste será "el Mundial más seguro de la historia".
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