"La primera vez que vine al predio me agarraba la cabeza, parecía un hospital abandonado. Por las condiciones y lo que uno veía era medio deprimente, me preguntaba si íbamos a llegar con el tiempo. No fue fácil, pero llegamos. Nuestros cancheros adaptaron las canchas. La principal era de rugby, era medio un pantanito. Las hicimos a nuevo, también los vestuarios nuevos. Además, contamos con chárters de primer nivel. Fue un gran esfuerzo, por eso desde lo organizativo llegamos muy bien".
La frase de Claudio Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, delata el estado en el que se encontró la AFA el Bronnitsy Training Centre, el hogar de la Selección en la vigilia de cara al Mundial. Entre el ente que rige el fútbol argentino, la FIFA y el gobierno ruso invirtieron cerca de 2.000.000 de dólares para refaccionarlo y adaptarlo a las necesidades del elenco nacional. Sin embargo, en la mudanza de Barcelona a Rusia, los directivos se encontraron con una insólita sorpresa, cercana a una "avivada".
Por ejemplo, en los trabajos se hicieron casi a nuevo la cocina, la pileta climatizada, los jacuzzi y el gimnasio cerrado, ambientado como gran salón de juegos y punto de encuentro con las familias.
Fueron siete los viajes de enviados de la AFA al predio, ubicado a 55 kilómetros de Moscú, para dejarlo a punto. Y las exhaustivas tareas sobre los campos de juego fueron parte de las exigencias de Jorge Sampaoli. El equipo que encabeza Gerardo Albornoz, supervisor del césped en Ezeiza, los dejó impecables a pesar de lidiar con climas diferentes.
Pero días antes de que la delegación se trasladara de Barcelona a Bronnitsy, los empleados que fueron parte de la avanzada para dejar todos los detalles listos para la recepción se encontraron con un pedido particular, que trasladaron a Claudio Tapia y compañía cuando arribaron con los jugadores.
Quien se presentó como director del complejo exige 100 dólares por hora de uso de las canchas auxiliares del predio, argumentando que su uso "no está dentro del acuerdo general".
La cancha principal, que posee tribuna y espacios para la prensa, es la que Sampaoli prevé utilizar con el plantel de 23 futbolistas. Pero también están los sparrings que, cuando no son convocados por el entrenador principal, también necesitan su espacio para practicar. Un contratiempo impensado.
Además, cuando llueve, está la recomendación de preservar la cancha 1 para no exacerbar daños. ¿Entonces? Mientras leen la letra chica de los contratos, en la AFA no pueden creer la exigencia, máxime ante la inversión que realizó para que las instalaciones lucieran a la altura de la competencia.
SEGUÍ LEYENDO: