Después de una buena campaña con el Sporting Lisboa, equipo en el que realizó su primera experiencia en el exterior, Marcos Acuña está decidido a rescindir su contrato por los hechos de violencia que marcaron un antes y después en su carrera y vida personal.
Un grupo de 50 violentos irrumpió en el vestuario del equipo lusitano con la cara tapada y antorchas, en busca del ex Racing y Ferro y Rodrigo Battaglia, compatriota y compañero. Los argentinos fueron víctimas de una golpiza junto a Gelson, Rui Patricio y William, otros componentes del plantel que fueron blanco de las agresiones.
El medio portugués A Bola puso en tapa a Acuña e informó sobre su inminente rescisión de vínculo, mientras el futbolista se encuentra concentrado con la Selección pensando en la Copa del Mundo de Rusia.
Después de la agresión física, también recibió amenazas él y su mujer, por lo que habría dicho basta. Y parece ser que Battaglia, quien estuvo presente en la lista preliminar de 35 seleccionados del Mundial, tomará la misma decisión. Pese a que pretendía continuar en la institución lisboeta, declaró: "Quiero irme".
En suelo europeo deslizaron que el mediocampista neuquino de 26 años presentará una carta para despedirse, aunque resta saber cómo será su desvinculación, ya que todavía tiene tres años más de contrato y su cláusula de rescisión asciende a 60 millones de euros.
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