La cábala secreta que Maradona no pudo cumplir cuando Argentina fue eliminada del Mundial 2006

En la edición que organizó Alemania, el ídolo de Mëxico ´86 tenía un ritual con el equipo que dirigía José Pekerman. A doce años de los dolorosos penales frente al combinado germano, Juan Pablo Sorín reveló una intimidad dentro del grupo. Los detalles

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A pesar de no tener
A pesar de no tener ningún cargo oficial, Maradona acompañó a la Selección durante el Mundial 2006

Las cábalas son esos rituales que ni el hincha más racional puede entender cómo funcionan. Entrenadores como Bilardo, Basile o Mostaza Merlo podrían dar extensas charlas sobre las costumbres que hacen los protagonistas antes de salir a escena.

"Yo tenía muchas: desde la salida por el túnel tomando el último trago de agua, hasta los calzoncillos azules", le dijo a Infobae Juan Pablo Sorín, quien disputó los mundiales del 2002 y 2006 con la camiseta albiceleste.

"Con la música también había cábalas. Lo que se escuchaba, se repetía si nos iba bien", continuó el ex lateral izquierdo que formó su carrera en Argentinos y continuó por River, Juventus, Barcelona, Villarreal, Lazio, PSG, Hamburgo y Cruzeiro.

En el marco de la presentación del documental La Promesa de Tilcara realizado por Coca-Cola, el ex capitán de la Selección que participó de la Copa del Mundo del 2006 dio detalles inéditos de las cábalas que mantenía aquel plantel: "Teníamos como ritual la visita de Diego al vestuario antes de cada partido. Hablaba él; después hablaba yo; después el que quería, porque era un grupo muy horizontal, y finalmente José (Pekerman). Los rivales no podían creer que Maradona saliera de nuestro vestuario, y nosotros salíamos inyectados anímicamente. Sin embargo, al único partido que no lo dejaron entrar fue contra Alemania. No queríamos salir a la cancha, pero nos habían dicho que ni siquiera pudo ingresar al estadio. Fue una lástima".

Diego Maradona junto a su
Diego Maradona junto a su familia observando a la Selección de Pekerman

La hipótesis de los supersticiosos se ampara en ese hecho para argumentar la despedida de Argentina. En el encuentro crucial de los cuartos de final frente al anfitrión, el ídolo de México ´86 se vio obligado a romper con la rutina ganadora y la historia cambió: Lehmann le quitó el sueño a los argentinos con su machete y sus atajadas frente al Ratón Ayala y el Cuchu Cambiasso en la definición desde los 12 pasos.

Más allá del doloroso desenlace, Sorín recordó el momento con alegría. Sobre todo por compartir su experiencia internacional junto a Lionel Messi, aquel jovencito de 19 años que brillaba cada vez que tenía una oportunidad. "Verlo en sus primeros días en la Selección con la misma mentalidad ganadora de siempre fue increíble. Veía que la rompía. Me acuerdo que después de cada entrenamiento nos quedábamos haciendo jueguitos, porque a mí me encantaba estar con los que más sabían con la pelota. Capaz aprendía algo nuevo", confesó entre risas.

Juampi llevaba la cinta de capitán en esos tiempos. Lideraba al equipo con un método particular, siempre a la par de sus compañeros. Y con la Pulga no fue la excepción: "Fue lindo incorporar a Leo al plantel. Él era de los más jóvenes en un grupo que tenía más experiencia. Fue un plantel muy bueno, con una calidad humana muy cálida, porque también compartíamos los días libres con nuestras familias. Fue una lástima habernos quedado en cuartos e irnos sin haber perdido en la cancha. Capaz, si hubiéramos cerrado el partido hoy no estaría hablando de todo esto".

Juan Pablo Sorín fue el
Juan Pablo Sorín fue el capitán de la Selección durante el Mundial 2006

A días del inicio de la incursión argentina por Rusia, Sorín mantiene sus esperanzas con las cábalas que lo identifican. El antecedente de la barba azul por el campeonato del Cruzeiro marcó una tendencia que lo obliga a realizar una promesa si se logra bordar la tercera estrella.

"Puede haber algo en los próximos días. Seguramente lo anuncie en las redes sociales (@jpsorin6). Capaz me afeite antes del Mundial, pero si llegamos a ganar la Copa inventaré otra cosa. Me encanta interactuar con la gente y escuchar a los hinchas, colegas y otros amigos que están del otro lado del mundo", concluyó Juampi, el ídolo albiceleste que intentará hacer su aporte a la distancia.

Una de sus promesas fue
Una de sus promesas fue teñirse la barba de azul si el Cruzeiro lograba el título en Brasil

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