"Vamos vamos, Argentina. Vamos vamos, a ganar. Que esta banda, quilombera. No te deja, no te deja de alentar", fue una de los cánticos que más sonó en las tribunas del Palacio Tomás A. Ducó.
La Selección brindó un entrenamiento a puertas abiertas en el estadio de Huracán y miles de niños provenientes de escuelas, clubes y organizaciones no gubernamentales de la Ciudad de Buenos Aires y el resto de la provincia pudieron estar cerca de sus ídolos.
Con camisetas, banderas y una sonrisa tatuada en cada rostro, las puertas del estadio se abrieron desde temprano para recibir a quienes tenían sus entradas en la mano. Cerca de las 10 de la mañana, tanto las plateas Alcorta y Mirave como la popular Ringo Bonavena se colmó de almas albicelestes con la expectativa de poder ver a Lionel Messi y compañía.
"Disfruto de verlos disfrutar a ellos. si bien estoy de un lado para otro vigilándolos para que no pase nada, cada vez que me asomo y les miro las caritas es una satisfacción muy grande", expresó Matías Carnibal, coordinador del fútbol infantil del Club Atlético Banfield, que acudió a la práctica del seleccionado Mayor con más de 300 chicos. "Nadie quiso perderse este momento", develó.
Con la Pulga como principal apuntado ante tanta muestra de cariño de los más jóvenes, todos los presentes se mostraron agradecidos de poder compartir un día en familia y gozar de quienes los representarán en Rusia.
"Estamos muy contentos viendo el entrenamiento de la Selección. Disfrutándolo. Vinimos con más de 20 pibes y es una de las primeras salidas sin los padres", comentó Francisco Lanusse, fundador de escuela Tirando Paredes, la escuelita para jóvenes con síndrome de Down y discapacidad intelectual que funciona en el Club Atlético Atlanta.
Una vez finalizada la práctica, las gradas de la cancha del Globo fueron desalojadas con tranquilidad. Cada niño se dirigió a la salida feliz, con la satisfacción de haber podido ver a sus héroes y de poder demostrarles su apoyo.
Antes de que uno de los micros se ponga en marcha y retorne a su lugar de procedencia para darle fin a la jornada de domingo, un grupo de pequeños se despide al grito de: "¡Traeme la copa Messi, traeme la Copa!".
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