Hace algún tiempo, Jorge Sampaoli dio una conferencia de prensa en la que afirmaba: "No hay tiempo para incorporaciones nuevas". A este grupo de jugadores con los que trabajaba, les dijo "no va a ingresar más nadie, no hay tiempo".
Un poco más tarde señaló: "A (Javier) Mascherano lo convoqué para que sea central, terminó la etapa de número 5". Y además aseguraba en ese mismo instante: "Dybala, no dio la talla para la selección argentina". Hoy, la lista se abrió. Están Armani, Ansaldi, Meza… Entre otros. Nuevos.
De aquellos que no iban a entrar, hay algunos que sí entraron. Mascherano no es central, es considerado volante. Y hoy Dybala es el complemento ideal para Messi.
Son contradicciones. Razonables, entendibles; si el tema es el fútbol. A veces decimos una cosa, en otros momentos decimos otras. ¿Saben cuál es la contradicción mayor que veo? Es que la conferencia la dio Sampaoli. Debió darla Messi: él es el técnico, él es el dueño, él es el que decide.