Las últimas imágenes de Sergio Romero en la práctica de la Selección antes de quedarse sin Mundial

Sonriente, en el calentamiento previo junto a "Willy" Caballero. Y siendo probado por el cuerpo técnico en un ejercicio: la cámara de la AFA captó sus movimientos minutos antes del desgraciado "bloqueo muscular" que lo dejó sin viaje a Rusia

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Se lo ve junto a Wilfredo Caballero, en el calentamiento previo al entrenamiento  de la Selección argentina en el complejo de Ezeiza. El enjambre de fotógrafos y camarógrafos que pudieron acceder a seguir los primeros 15 minutos de la práctica lo toman sonriente, con hambre de Mundial.

Son las últimas imágenes de Sergio Romero en el entrenamiento en el que se lesionó la rodilla derecha y, en consecuencia, se quedó sin poder participar de la Copa del Mundo en Rusia. Las mismas quedaron registradas en el video que la AFA subió a las redes sociales de la Selección.

Hay una toma, artística, que lo tiene como protagonista: allí, con la cámara pegada al césped y una pelota compartiendo el primer plano, Chiquito, de 31 años, ataja una, dos, tres pelotas con las que prueban sus reflejos, ya en modo Selección, luego de una temporada en el Manchester United en la que no tuvo demasiada continuidad, un paso por detrás del español De Gea.

Así lo probaba el cuerpo
Así lo probaba el cuerpo técnico en el ensayo matutino

Después, ya sin las cámaras tomando el momento, la desgracia. El botín que se traba en el césped, la torsión de la rodilla derecha, la sensación de que "algo se soltó", la propia rodilla que se traba con el elemento extraño. El "bloqueo articular", tal como reza el diagnóstico médico. La angustia, el dolor, la frustración.

Los estudios médicos que le practicaron por la tarde arrojaron la necesitad de la artroscopía y un tiempo de recuperación de entre cuatro y cinco semanas, que lo sacaron de competencia. Nahuel Guzmán ocupará su asiento en el avión hacia Rusia. El video del entrenamiento matutino, en la previa del mal trago, mostraba otro panorama, lleno de ilusiones, de apetito de gloria.

 
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