La lista de 23 ya es una realidad. Jorge Sampaoli definió la nómina de futbolistas con los que contará en la aventura en Rusia. Con algunos (Eduardo Salvio, Sergio Agüero, Manuel Lanzini, Nicolás Tagliafico y Javier Mascherano), su cuerpo técnico (sobre todo el preparador físico Carlos Desio) estuvo trabajando la semana pasada. Con todos, a partir de mañana, podrá el Zurdo de Casilda empezar a delinear los 11 titulares para el debut de Argentina, el 16 de junio a las 10, frente a Islandia, por el Grupo D.
En realidad, más allá de los meneos para la conformación de la lista definitiva, en la mente de Sampaoli los pizarrones ya tienen nombres y apellidos. A partir de las pruebas ya realizadas en los últimos partidos (sobre todo, los últimos cuatro; frente a Rusia, Nigeria, Italia y el duro golpe contra España), ya posee una idea, que irá puliendo, para encarar el duelo ante la sorpresa de Europa.
Si bien sostiene una idea madre (la presión con intensidad, el ritmo, el protagonismo), el entrenador también evalúa las características del rival para el armado del equipo. Y sabe que el combinado conducido por Heimir Hallgrímsson le opondrá una estructura granítica para un duelo de pocos espacios, en el que apostará a un par de jugadas para lastimar.
En consecuencia, suena lógico que apele a una alineación de neto corte ofensivo. A saber:
En la batalla del arquero, por trayectoria, hoy se sigue imponiendo Sergio Romero, más allá de su falta de continuidad. Tendrá que confirmar esa tendencia en la batalla de los amistosos y en la lupa del día a día.
En el fondo, dado que las responsabilidades del partido las tendrá Argentina, no sería descabellado que el lateral derecho fuera Eduardo Salvio. La apuesta le permitiría a Sampaoli que su proyección le ofrezca a la Selección sumar un hombre al mediocampo (o un wing en ataque), quedando por momentos con línea de tres en el fondo, su dibujo predilecto, más allá de que hoy entiende que la falta de tiempo de trabajo no lo deja apelar al mismo como dogma.
El resto de la defensa luce firme: Nicolás Otamendi, Federico Fazio y Nicolás Tagliafico parecen haberse ganado un lugar en el ideal del ex DT de Chile.
En el medio, las variantes son muchas. Lucas Biglia, si se encuentra bien físicamente, aparece como número puesto. Sampaoli quedó conforme con la tarea de Giovani Lo Celso en la función, que ya desempeñó con éxito en el PSG, aunque su puesto natural es el de enlace.
Si se decide por el 4-2-3-1, flexible (al punto de que puede mutar en un 4-4-2), detrás del 9 brota el inamovible: Lionel Messi. Ángel Di María, por izquierda (o por derecha, para enganchar y tener el remate listo) se presume como otra pieza confirmada. Y Manuel Lanzini adelantó varios casilleros, a tal punto que el propio astro rosarino lo recomendó al Barcelona. Una empatía que Sampaoli buscaría aprovechar.
¿Adelante? El hombre que saca ventaja, si es que el físico lo acompaña (viene de someterse a una artroscopia) es Sergio Agüero, otro que cuadra en la máxima "el equipo es más de Messi que mío", por buena sintonía con el capitán y por la gran temporada que tuvo en el Manchester City. En este panorama, Gonzalo Higuaín esperaría en el banco de suplentes.