Cristian Ansaldi tenía 15 años. Formaba parte de la famosa categoría 86 de Newell's, junto a otros futbolistas que llegaron a Primera como Ezequiel Garay, Hernán Bernardello y Nahuel Guzmán. El Colo era suplente; delante suyo se destacaba una "estrella" de las Selecciones juveniles, como Lautaro Formica, lateral izquierdo de buena pegada que fue campeón del Mundial Sub 20 de 2005, disputado en Holanda, en el que un tal Lionel Messi se reveló como figura de clase planetaria.
En ese contexto, Roberto Puppo evaluó dejarlo en libertad de acción; un momento de crisis para Ansaldi, una promesa familiera, responsable y profesional desde muy joven. Sin embargo, intercedió Arnaldo Cacho Sialle, ex jugador del club, entonces con influencia en Newell's, luego entrenador de profusa trayectoria en el Ascenso. "El pibe es bueno", aseguró. Y le hicieron caso. Apenas cuatro años después, debutaba en la Primera de la Lepra…
Y hoy, el zurdo cuyo pase pertenece al Inter de Italia (se encuentra cedido en el Torino, donde aún posee un año de vínculo) cumple el sueño de jugar un Mundial: se transformó en la gran sorpresa de la lista de 23 hombres de Jorge Sampaoli de cara al Mundial de Rusia.
Papá de tres hijos (mellizas y un varón), religioso (es cristiano evangélico), Ansaldi, a los 32 años, cumple un sueño que merodeó en 2010, cuando fue considerado para formar parte de la lista de Maradona pensando en la Copa del Mundo de Sudáfrica.
Son siete las camisetas que defendió el Colo en los 13 años de carrera como profesional. Tras tres temporadas en Newell's, fue transferido al Rubin Kazan de Rusia, donde obtuvo cinco títulos. También tuvo dos períodos en el Zenit de San Petersburgo, por ende, es un experto en el territorio ruso. Tal vez, allí reside una ventaja.
También jugó en el Atlético Madrid, Genoa, Inter y hoy disfrutó de continuidad en Torino, donde en la temporada que acaba de finalizar jugó 25 encuentros y marcó un gol. El clásido adversario de la Juventus finalizó en el décimo lugar, a diez unidades de los puestos de acceso a Europa League.
El nombre del futbolista, que llegó a los ocho años a la Lepra, donde hizo todas las divisiones menores, ya había sido un batacazo cuando apareció en la preselección de 35. Sampaoli sólo lo había convocado para la gira por Rusia de noviembre pasado (cuando el combinado nacional se enfrentó ante el local y ante Nigeria).
Su polifuncionalidad (puede ocupar los dos carriles de la defensa) ofrece un plus. Pero lo que le terminó abriendo la puerta de par en par fue la lesión de Gabriel Mercado. La "lumbociática incapacitante" que padeció el ex Racing y Estudiantes en el encuentro entre Sevilla y Betis, por la Liga de España, preocupó al cuerpo técnico de la Selección. La evaluación que los médicos le realizaron en el complejo de Ezeiza no ofreció plena tranquilidad.
En consecuencia, el viernes por la tarde, Ansaldi recibió un llamado por parte del cuerpo técnico en el que le indicaron que se había transformado en el jugador número 24. Es decir, en el primer comodín. El correr de las horas y el análisis de Sampaoli lo colocaron en la nómina definitiva, desplazando a un mediocampista (Guido Pizarro).
Ansaldi heredó una tradición familiar: cuando era pequeño, con su papá, coleccionaba pájaros en la casa de la calle Colombia, en Rosario: el patio estaba repleto de jaulas que musicalizaban el hogar. Hoy, los que vuelan son los sueños del Colo. En avión, directo a Rusia.