Martín Demichelis jugaba en Alemania. El Mundial se iba a disputar en Alemania que, un año antes, albergó la Copa Confederaciones. Poco tuvo que trasladarse para cumplir el sueño de su vida. "Me llamaron a la Selección en 2005, cuando estaba José Pekerman como técnico. Me cita para ser partícipe del plantel que fue a jugar la Confederaciones; yo estaba en Bayern Munich", describe el ex defensor, que también supo desempeñarse como mediocampista central.
Allí comenzó el idilio con la camiseta, que tenía un clímax especial en un instante largamente descripto en Alma de Potrero: el himno. "Mirar en el momento del himno hacia la tribuna, intentar identificar a algún familiar… La energía que hay en el grupo es incomparable", rememora.
Micho surgió en River. Pasó por el Bayern, Atlético Madrid, Málaga, Manchester City, Espanyol de Barcelona. Pero una casaca siempre estuvo por encima de esas instituciones enormes.
Para el cordobés tiene una explicación: "Todo el mundo soñó con jugar en Barcelona, Real Madrid, Juventus, Bayern, pero todos queremos jugar en la Selección. Lo que viviste en la Selección no se olvida más".
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