El Javier Zanetti jugador de fútbol abrió diferentes ramificaciones. Supo transformarse en un hombre solidario, a partir de la apertura de la Fundación Pupi. Y también mutar en un directivo de carrera, hoy como vicepresidente del Inter y, tal vez mañana, como parte activa de la FIFA.
"Me gusta y me hace feliz haber asumido esa responsabilidad en 2001, en un momento difícil para argentinos. Es la oportunidad de brindarles a los chicos una herramienta válida para lo que tienen que enfrentar y poder formar personas", dijo sobre su trabajo en pos de la protección integral de los niños.
Ya sin los botines, cuando la mayoría de los futbolistas orientan su futuro hacia la dirección técnica, Pupi se enfocó hacia la dirigencia. "Es un momento muy importante del fútbol, con grandes cambios. Y es una vidriera muy importante para los jóvenes. El mensaje que tenemos que dar es positivo", argumentó una de las razones respecto de por qué se volcó a las tareas ejecutivas.
¿Un trabajo que, tarde o temprano, lo depositará en la FIFA? "El futuro nunca se sabe; hoy estoy concentrado en mi tarea en el Inter. Eso me puede abrir puertas en la FIFA y en otras instituciones. Donde vaya intentaré aplicar mi experiencia como jugador, siempre de manera positiva", concluyó.