La película en la que Argentina gana el Mundial de Rusia 2018, en una impensada final

Javier Pastore, dorsal 15, recibe casi pisando la medialuna del área, intenta dominar el balón, pero se le levanta unos centímetros. No puede permitir que el marcador acorte las distancias, le cierre la trayectoria a la pelota. No duda, le hunde el empeine, de aire.

La parábola supera la estirada de Víctor Valdes mientras la redonda estira la red. En el casino, situado en la Eurovegas de Madrid, la mitad de la tribuna que vibra con la definición se pone de pie para celebrar, grita al unísono con los futbolistas en el campo de juego, en la hipotética Moscú; los fanáticos hacen sonar con euforia sus cornetas, sus vuvuzelas.

El sonido ensordecedor es la señal para que comience la operación, al mejor estilo La Gran Estafa (u Ocean's Eleven, aquel clásico con Bradi Pitt y George Clooney): el partido pasa a un segundo plano, no vuelve a aparecer en escena. Argentina gana el Mundial de Rusia, como en el 86, como en el 78; rompe el maleficio de 25 años sin títulos de la Selección Mayor, el de las finales perdidas de una generación; tres en forma consecutiva.

Algunas particularidades que tal vez puedan quitarle algún retazo credibilidad a la historia: Pastore aparece con remotas chances de entrar en la lista final de Jorge Sampaoli, Catalunya, el contendiente de Argentina, no es un seleccionado reconocido por FIFA, y el guión proviene de la mente delirante del actor y director español Santiago Segura.

Torrente 5 Operación Eurovegas, el último capítulo de la saga cómica del agente malhablado, corrupto, misógino, xenófobo e inexplicablemente encantador, fue estrenada en 2014, pero la acción transcurre en 2018, durante el Mundial. Y el golpe al que alude el título, José Luis Torrente y su culto de personajes al borde lo dan en simultáneo con la disputa de la final ya descripta.

El personaje abandona la cárcel cuatro años en el futuro (el futuro respecto de cuando fue estrenada la película) y se encuentra con algunos cambios disparatados: la situación económica en España es tan compleja que la gente hace fila para entrar en prisión y en su país se fundó un clon de Las Vegas. Fanático del Atlético Madrid, se encuentra con el estadio Vicente Calderón derruido y la nueva casa del Aleti es el Wanda Metropolitano… Y Catalunya se emancipó finalmente de España y disputan separados el Mundial de Rusia.

Hay otros guiños futboleros sutiles en la trama: por ejemplo, en una escena aparece una camiseta blanca con el Messi estampado en la espalda, sugiriendo que el astro argentino, símbolo de Barcelona, en la ficción, se rindió ante la seducción de los millones de Florentino Pérez y el Real Madrid.

Pero volvamos a la final. La irrupción de Catalunya en la definición se explica desde la búsqueda de Segura de satirizar el conflicto político; de hecho, es el combinado catalán el que elimina a España de la Copa del Mundo. ¿Y Argentina? ¿Por qué la reivindicación de Argentina?

"Segura tiene una debilidad por Argentina", aseguró Jorge D'Alessandro, el argentino que no sólo trabaja en la película, sino que además es uno de los comentaristas de la gran final ficticia. D'Alessandro, surgido de San Lorenzo, fue uno de los arqueros, junto a Batman Buttice, de Los Matadores, aquel mítico equipo que salió campeón invicto del Metropolitano de 1968.

Luego atajó diez años en Salamanca e hizo carrera en España como entrenador: dirigió al Betis y al Atlético Madrid, entre otros clubes. Su última incursión en el banco se dio en el 2013, cuando condujo al Huesca. Hoy se destaca como analista de TV y Segura lo convocó para una participación en el momento cúlmine del film.

"Será que los argentinos a todo le damos un tono simpático", agrega D'Alessandro, quien se animó a probarse en la actuación con un fin solidario: "El dinero de la participación fue donado a una ONG que ayuda a niños con cáncer".

En efecto, el propio Segura acepta que tiene una empatía especial con la Argentina: su saga de Torrente siempre ha tenido suceso en los cines de nuestro país y ha filmado varias películas en suelo argentino en el último tiempo, como Casi leyendas, Sólo se vive una vez y Las grietas de Jara.

Además, estrellas de la Selección se colaron en el reparto en Torrente 4: Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín.

El Kun discute la absurda táctica de Torrente y el personaje lo termina echando del equipo de la cárcel. "Asqueroso", le dice Agüero al abandonar la escena.

Higuaín juega en el conjunto contrario al de Torrente, con la casaca del Real Madrid. Los españoles Sergio Ramos y Arbeloa son sus compañeros.

Las imágenes de la hoy improbable final fueron tomadas del amistoso que Catalunya y Argentina jugaron en 2009; en aquella oportunidad, el seleccionado que dirigía Diego Maradona cayó 4-2. Pastore y Di María anotaron los goles para la celeste y blanca.

Sin embargo, Segura optó por incluir en la cinta el tanto del hombre del PSG y dejar en el aire la fragancia de un triunfo mundialista de Argentina.

Ante la consulta de Infobae, D'Alessandro, claro, expresó el deseo que se repita el escenario del film: "Lo veo con el corazón, a pesar de la distancia, vivo pendiente del sentimiento. Todos tenemos la ilusión a partir de Messi, el líder de la nave".

Más allá de lo que dicta la fe, el espacio de la razón le ofrece incertidumbre al ex arquero, que estará presente en el amistoso del martes ante España en el Wanda Metropolitano. "Están las dudas de siempre. Argentina es un equipo que ha mostrado muchos defectos y no sé si al entrenador le alcanzará el tiempo para las correcciones", fue crítico.

"Al equipo le falta la figura del lateral. Yo confío en Tagliafico, que estuvo mostrando buenas actuaciones en el Ajax. Eso podría maquillar el problema del mediocampo, al que le cuesta el tema de la posesión. Porque Messi necesita pase corto", se mantiene en el rol de comentarista, dejando de lado el de actor desempeñado en Torrente.

D'Alessandro, de 68 años, tiene claro qué equipos son los máximos aspirantes a quedarse con la Copa del Mundo. "Brasil se ha reconvertido; Tité recuperó su identidad. España combina elementos con talento y Alemania retiene el gen competitivo. Y está Argentina. En su momento llegó a las finales de Italia 90 y Brasil 2014 sin jugar bien. Si todo era posible teniendo a Maradona, Messi también es capaz de todo", describió.

¿Entonces la película bien puede funcionar como un presagio? "¡Ojalá sea premonitoria! Llamame el 16 de julio, después de la final, si es así", desafía, escudriñando en la bola de cristal.