Delfina Pignatiello está viviendo un momento muy especial. Hace horas que acaba de colgarse la segunda medalla dorada en los Juegos Panamericanos Lima 2019, sus primeros desde que se convirtió en nadadora. Pero a pesar de que ya podría contentarse con el resultado logrado en la pileta del imponente Centro Acuático que fue construido en la Villa Deportiva Nacional, la fanática de Independiente y de la saga Avengers, tiene un objetivo más en su estadía en la capital peruana.
El martes, en su primera final panamericana, Pignatiello se consagró en los 400 metros libres con un registro de 4 minutos, 10 segundos y 86 centésimas, superando a las canadienses Ludlow y Ackman por más de un segundo. Este jueves por la noche, ya entrada la madrugada de viernes en Argentina, Delfi pulverizó a sus rivales en los 800 metros libres: con 8 minutos, 29 segundos y 42 centésimas se quedó con el primer puesto por casi 5 segundos de distancia con la estadounidense Denigan.
Gracias a sus dos medallas doradas, Pignatiello apunta a lograr un récord para la natación argentina en los 68 años de historia de Juegos Panamericanos. Este sábado, en lo que será la quinta y última jornada de la disciplina en Lima 2019, la nadadora buscará su tercer oro en la prueba de 1.500 metros libres, algo que ningún otro deportista de su especie consiguió para el deporte argentino.
Al igual que sucedió con la prueba de 800 metros, Pignatiello no tendrá que pasar por eliminatorias. La final está programada en el primer lugar del turno noche, a las 22.30 hora argentina. Y como ocurrió con las dos competencias previas, Delfina es la gran candidata a quedarse con la primera posición. ¿Quién es la rival que le podría presentar batalla en el agua? Una nadadora a la cual Delfina respeta por su extensa trayectoria, la chilena Kristel Kobrich Schimpl, de 34 años, cuatro veces medallista panamericana y ganadora del oro en 800 metros en Guadalajara 2011.
Una vez que pasó la ceremonia de premiación, en la que se colgó por segunda vez una dorada en el pecho, Pignatiello volvió a la Villa Panamericana. Ya entrada la madrugada, una fanática de las redes sociales aprovechó su cuenta de Twitter para agradecer el apoyo de los argentinos que la siguen en cada competencia.
"Me gusta mostrar mi autenticidad, simplicidad, me gusta reírme, me gusta disfrutar del momento, me gusta ser sincera en las notas que doy, me gusta mostrar lo hermoso que es el deporte que practico, gracias infinitas a todos por apoyarme", escribió en su cuenta de la red social.
En una época diferente, donde las plataformas sociales le permiten a los deportistas tener mayor contacto con sus fanáticos, Delfi Pignatiello se transformó en la nueva estrella del deporte argentino 2.0. Y lo hizo por carisma, pero sobre todo por su capacidad en el agua. A sus jóvenes 19 años, ya escribió un capítulo glorioso para la natación albiceleste, y se sumó a otros apellidos que construyeron la historia de este deporte.
Ana María Schultz, nadadora que fue olímpica en Helsinki 1952, logró lo mismo que Pignatiello hasta hoy pero en la primera edición de los Juegos Panamericanos: en Buenos Aires 1951, triunfó en 200 y 400 metros libres para tener dos medallas de oro. A eso, le sumó dos preseas plateadas (posta 4×100 libre y 3×100 combinado) y una de bronce (100 metros libres). Cuatro años después, en México DF, volvió a subirse al tercer lugar del podio en la prueba 4×100 libre.
Otro nombre destacado en la natación argentina fue el de Luis Nicoalo, que a pesar de no haberse consagrado campeón panamericano, sumó cinco medallas a su palmarés: fue bronce en los 200 metros mariposa y obtuvo la medalla plateada en la posta 4×100 combinados en San Pablo 1963. Cuatro años después, en Winnipeg, Canadá, sumó otros tres terceros puestos, destacándose en los 100 metros mariposa.
Ya más cerca en el tiempo, ascienden las figuras de José Meolans y Georgina Bardach. El nadador ganó siete medallas en su historial panamericano. Fueron tres en Winnipeg 99, otras tres en Santo Domingo 2003, donde se coronó con el título en los 100 metros libres, y una en Río 2007, quedando atrás de César Cielo en su prueba predilecta. Por su parte, la cordobesa logró dos podios: como antesala de lo que sería la medalla olímpica en los Juegos Olímpicos Atenas 2004, un año antes fue la mejor en los 400 metros combinados. Ya en 2007, en la previa a volver a ser olímpica en Beijing 08, Bardach fue bronce en su competencia preferida.
Delfina Pignatiello está a un paso de hacer historia grande para el deporte argentino en los Juegos Panamericanos. Es gran candidata para sumar su tercera dorada, algo que ningún otro nadador albiceleste consiguió en las 17 ediciones previas del evento multideportivo más grande de América.
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