La dinastía Simonet: oro, arte y amor en la cosecha de un nuevo título para el handball argentino

La familia festejó el campeonato de los Juegos Panamericanos de Lima con Infobae. Con la clasificación a Tokio asegurada, el clan abrió su corazón para descubrir los secretos del éxito

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La familia Simonet: sinónimo del handball argentino (@pablitosimon)
La familia Simonet: sinónimo del handball argentino (@pablitosimon)

"No les quise escribir para que estén concentrados en la final", reveló Luis Simonet, padre de los tres hermanos que consiguieron el oro en los Juegos Panamericanos de Lima. "Yo no me pude contener y les mandé un mensaje por WhatsApp al grupo que tenemos de la familia", interrumpió Alicia Moldes, madre de las figuras del handball.

"¿Cómo andan mis muchachos?", fue la pregunta de mamá, que simplemente fue contestada con el pulgar hacia arriba del emoji. A pesar de la escasez de las palabras, el amor es perceptible en el círculo íntimo de los Simonet. "El día del partido tienen que tener la cabeza puesta en la cancha", insistió Luis.

Es una tradición. Un ritual inquebrantable que le permite a los hijos focalizarse exclusivamente en su compromiso deportivo. "Mi viejo no escribió porque es un cabulero terrible. Se ve que le da resultado, porque logramos la medalla que queríamos", se sinceró Pablo, el menor de los hermanos. "Verlos en la tribuna desde lo más alto del podio es algo muy especial para nosotros", continuó.

La victoria de 31-27 sobre Chile concretó el título para la Argentina en el Polideportivo 1 de la Videna, una hazaña que también garantizará la presencia de la bandera albiceleste en Tokio 2020. Sin embargo, la medalla comenzó a gestarse mucho tiempo antes al imaginado. "Hace tres años que veníamos pensando en esta final. El equipo está muy sólido y consolidado. Hoy podemos jugar con los ojos cerrados; y cuando la cabeza o las piernas no dan más, hay un plus que te hace seguir adelante. Creo que quedó demostrado", analizó Pablo con la presea instalada en su pecho.

Argentina derrotó a Chile en la final y se quedó con la medalla de oro en Lima (Foto: REUTERS/Sergio Moraes)
Argentina derrotó a Chile en la final y se quedó con la medalla de oro en Lima (Foto: REUTERS/Sergio Moraes)

Además, el menor de los hermanos aclaró que tiene un sabor adicional, porque una derrota hubiera significado el retiro de Sebastián, el mayor de los mosqueteros. "Por suerte lo pudimos retener. Es un jugador muy importante que demostró que nos aporta muchísimo. Venía rengueando toda la semana y contra Chile sacó la capa de superhéroe para meter tres goles seguidos y lograr una buena ventaja", completó.

"Son 20 años con la Selección. La única forma de seguir un poquito más, era si conseguíamos clasificar a los Juegos Olímpicos. Esos sí van a ser los últimos", aclaró entre risas el más experimentado de los hermanos.

La satisfacción por la emotiva final que dejó a la Argentina en la cita de la capital de Japón también tuvo un tinte de revancha para Diego. Con la sonrisa constante y ese parecido a Rafa Nadal que lo destaca por sobre el resto, el Chino confesó que se trató de un desquite personal. "Venía de una lesión que me complicó mucho (rotura de ligamentos cruzados), llegué a Lima con el reciente nacimiento de mi hija y otras lesiones que me volvían loco. Hice de todo para estar bien: cambié la dieta, me rapé… algo tenía que pasar".

Los resultados llegaron gracias a un trabajo silencioso que tuvo como curiosidad el aporte de Facundo Campazzo, la figura del básquet que también se llevó la medalla de oro junto a Scola y compañía. "No sé para qué lo llamé, la puta madre", se lamentó el Chino entre risas, porque la dieta de su amigo es tan exigente que no da lugar a ningún permitido. "Es libre de gluten, a base de mucho pescado y vitaminas", explicó. "También se compró el anillo de Ginóbili que le dice qué tiene que comer", recordó el papá, que sigue el paso de sus hijos a la distancia. "Es para ver si dormía bien", lo corrigió su hijo entre risas. Y agregó: "Hay mucho trabajo detrás de todo esto".

La dinastía Simonet le dio otra alegría al handball argentino (@chinosimonet)
La dinastía Simonet le dio otra alegría al handball argentino (@chinosimonet)

"Me va a matar, porque lo voy a mandar al frente, pero Pablo era el más vagoneta en esas cosas", intervino la mamá con una sonrisa tímida que no pasó desapercibida. Con la plaza a los Juegos Olímpicos garantizada, la figura de Benidorm se atrevió a bromear sobre la sentencia de su madre: "Lo único que conozco de la comida japonesa el el sushi. Creo que voy a empezar a practicar a comer el arroz en palitos".

Otro dato que Alicia no quiso pasar por alto fue el de la faceta artística del hombre del Montpellier. "A Diego le encanta pintar. Comenzó cuando estaba jugando en Ivry y se metió tanto que tuvo exposiciones en Francia", sorprendió con su orgullo maternal y una minuciosidad propia de una mujer que vela por sus hijos. "A su departamento no podés entrar porque está lleno de cuadros. A veces nos traemos alguno, porque no saben dónde guardarlos", subrayó.

"Es un hobby, ahora tuvimos que dejarlo un poco de lado porque no tenemos espacio por el nacimiento de mi hija", se limitó a responder el Chino con una humildad tan peculiar que se avergonzó cuando reconoció que ha vendido muchos cuadros en Europa.

El Chino fue el goleador de la noche ante Chile con 11 tantos (Foto: REUTERS/Sergio Moraes)
El Chino fue el goleador de la noche ante Chile con 11 tantos (Foto: REUTERS/Sergio Moraes)

Esa rama ajena al deporte que ama es un cable a tierra para Diego. Le sirve para escaparse de su rutina. Sin embargo, con la llegada de Juana las cosas cambiaron porque la beba de 9 meses va a exigir su lugar. "Siempre trato de vivir nuevas experiencias para nutrirme e intentar ser mejor persona. Ya no miro los títulos como algo fundamental. Le pongo más atención a lo que hago como padre, pareja, amigo, hijo y hermano", analizó.

Con el más grande en León (España), el del medio en Montpellier (Francia) y el más chico en Benidorm (España), Luis y Alicia se las ingenian para viajar a Europa una vez por año y hacer el tour de los abrazos con sus hijos. Como la visita habitualmente es durante el invierno argentino para escapar del frío, los padres de la dinastía ya planean hacer un nuevo recorrido antes de sacar los pasajes a Tokio. "Igualmente, siempre pasamos las navidades en casa. Esas fechas son sagradas, porque estamos todos", recordó Luis, quien junto a su esposa, éste pondrá las tres medallas doradas junto al Arbolito.

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